Analizamos las claves de la abultada derrota del CD Leganés por 0 goles a 3 ante el Real Madrid en Butarque
En un encuentro marcado por la grave lesión de Enric Franquesa y con máxima expectación de la hinchada local (récord histórico de asistencia con 12.338 espectadores), el Leganés de Borja Jiménez cayeron contra Carlo Ancelotti y los suyos de dolorosas maneras.
Cambios de inicio en el sistema
En dicha alineación, sorprendió la suplencia de Cissé, que no partía desde el banco desde septiembre. Aún así, fue provocada porque llegó del parón de selecciones con Camerún el viernes, y para la desgracia de los locales, solo pudo realizar medio entrenamiento previo al partido. Con esta formación, se buscó el refuerzo en el centro del campo con 3 todocampistas para protegerse por dentro y ante las llegadas del Real Madrid.
Los pepineros comenzaron con un 1-5-4-1 con Juan Cruz como carrilero izquierdo haciendo de Enric, Javi Hernández de central, y Darko Brasanac de extremo junto a Munir por delante del hispano-argentino y de Adrià Altimira. Además, el equipo fue flexible, y es por ello que en bloque alto atacaban con un 1-4-4-2. En este, el marroquí ocupó zonas interiores, y el violinista de Quilmes tuvo por momentos la banda izquierda en su totalidad para él. Apenas duró 15 minutos esto tras desconcertar al propio equipo y generar demasiados espacios. El técnico abulense estuvo atento, y se adaptó con rapidez a lo que le pedía el encuentro luego de un cuarto de hora de juego.
Modificó el planteamiento moviendo a Juan Cruz de vuelta a la derecha, a su posicionamiento más «natural». Darko si que alternaría más entre meterse en zonas interiores junto a Miguel de la Fuente para dificultar la circulación del balón merengue o un triple pivote con Yvan y Renato. Ahora, el ‘Lega’ se había transformado en un 1-4-5-1. Con esta línea de 4 y el cambio entre Brasanac y el de Tudela de Duero para apretar arriba, la comodidad en área propia llegó al fin. Hasta el 0-1 de Kylian Mbappé, los visitantes completarían 5 disparos y un ratio que no llegaba a un 0’90 de goles esperados.
Un Leganés totalmente nulo a nivel ofensivo
El partido era el que era: defender, aguantar y enganchar la que se tuviera. Planteamiento claro, acertado y aceptado por todos. Sin embargo, los blanquiazules gozaron de minutos de posesión en los que los de Carlo Ancelotti, dieron la oportunidad de generar peligro dejando jugar más a los de casa con la pelota en sus pies. Esto no lo aprovecharon los de Borja debido a que forzaron posesiones largas y muy precipitadas. Juan trató de asentarse en derecha y obligar a los merengues a defender en un bloque algo más bajo.
A pesar de todo el trabajo cosechado entre imprecisiones y correcciones, todo se iría al traste en el 42′ tras un grosero error de ‘Alti’. Fallaría buscando pases en una zona donde hay mucho jugador rival y en la que normalmente, una recuperación en la media luna tiene que ir seguida de un despeje. La marcha al túnel de vestuarios y el descanso se consumió con una mejoría en la línea de 4 defensivamente y pecando de precisión, paciencia y concentración colectiva. Los datos marcarían 118 pases completados, 2 disparos fuera en 45′ y tan solo 0’07 goles esperados
El nerviosismo y los errores fueron la sentencia definitiva
La respuesta pepinera al 0-1 no sería del todo buena, y menos lo serían la capacidad de resolver y darle la vuelta. Sin ir más allá, tuvieron 2 acciones que marcaron la falta de decisiones y paciencia para finalizar jugadas claves de superioridad numérica en campo contrario. En momentos de parar el partido y tratar de asentarse bajando el ritmo, teniendo el balón y juntándose; Javi Hernández resolvió con un disparo muy lejano y Juan Cruz igual. En los primeros compases de la segunda mitad, faltó calma y más pases. Esto es algo característico en Seydouba, pero el parón y los perfiles rivales le negaban rotundamente su posibilidad de jugar el domingo.
El 0-2 se haría realidad en breves tras una falta evitable de Dani Raba cercana al área. Ésta, la aprovecharía Federico Valverde. Los madrileños realizarían una jugada ensayada pegándole por abajo. La mala fortuna de Miguel al pasarle el balón por debajo de las piernas, impediría que Dmitrovic pudiera tener los suficientes reflejos como para mandarla al córner. Este fallo y el de Adrià, dejarían en el aire una pregunta que retumbaría en la cabeza de los futbolistas del míster: ¿Que hubiera pasado si no ocurre el fallo del primer gol o la falta?. Porque sí; el partido estaba siendo pobre a nivel ofensivo. No obstante, estaba controlado atrás, y se escapó por detalles que se pudieron controlar.
A la desesperada con 2 arietes, pero sin resultado
En la segunda ventana de cambios y ya sin nada que perder, Borja alinearía un doble punta con Sébastien Haller y el vallisoletano Miguel. Cruz y Raba actuarían ahora como extremos, y Rosier de lateral tras pisar el verde para entrar por fuera. Con 15 minutos y el descuento para forzar la épica, nada relevante ocurriría más que el 0-3 y el punto y final al electrónico con un tanto suertudo de Jude Bellingham. Éste, producido por un rechace que tocaría el larguero en el disparo de Brahim; dejándole así al inglés el gol.
Un ‘Lega’ insuficiente en ataque y con el cuero, se marcharía de Butarque frustrado después de no pelearle siquiera algún punto al Real Madrid de Carletto Ancelotti.
Resumen
Cuando el electrónico se disipaba, se podía contemplar un resultado que; como dijo Sergio González a posteriori en zona mixta, fue excesivamente voluminoso para lo que se vio en el sur madrileño. El técnico de los blanquiazules coincidía palabra por palabra con lo que su central opinaba. «La primera parte hasta el gol hemos competido bien. No hemos entrado mal en la segunda pero sin casi ninguna acción ofensiva, que es lo que más dudas nos ha generado. Hemos tenido mala suerte en el segundo y tercer gol.
Y si, como bien dice el abulense, faltó hacer mucho para sumar algún punto aunque sus futbolistas se dejaran todo en el verde. No dispararon ningún tiro a puerta en 90 minutos y 4 de añadido más allá de un disparo de Munir El Haddadi al larguero. No obstante, éste estaba en posición anti-reglamentaria. Lo de ‘Alti’, fue un grosero fallo puntual. El 2-0 y la sentencia con el tercero, fueron mala fortuna para los vigentes campeones de LaLiga Hypermotion 24/25. Igualmente, la autocrítica es necesaria.
No se generaron situaciones de gol, no hubo capacidad de robo por dentro y el equipo no floreció a nivel colectivo. También, tuviero alguna situación de transición donde no eligieron bien y envíos que no ocuparon las zonas de remate. Por último, no olvidar el error. El propio Borja, declaró que éste afectó anímicamente, y además, condicionó debido a que fue antes del descanso… Y claro, con el serio partido que estaba firmando el ‘Lega’. Es algo normal y toca aprender de ello.
Seguir remando y escalando puestos en la tabla clasificatoria
La visita a Mendizorroza terminará el mes de noviembre y el viaje copero a Málaga para enfrentarse al Estepona, abrirá diciembre. Para Borja Jiménez y los suyos, sería clave puntuar ante un Deportivo Alavés en una situación crítica. El tropezón frente al vigente campeón de Europa es algo negativo, pero que el equipo compita bien, luche los 90 minutos y dé la cara en todos ellos, es algo innegable.
Ahora, toca descansar y entrenar para sacar conclusiones positivas en Vitoria. La ilusión en el Municipio sigue intacta, y más si contamos que la entidad del escudo del laurel no sabe que es estar en la zona roja de la clasificación desde su vuelta a la élite del fútbol español.
Análisis post-partido redactado por Mario García Lorente.
Leganés, Madrid. Estudiante aún en 4 ESO y futuro periodista deportivo. Redactor del CD Leganés y CM en Agente Libre Digital.