A pesar de un inicio dubitativo, los vigueses solventaron una final con creces. Un festín con 4 goles para deleitar a la afición que se rindió a su equipo. Iago Aspas, se volvió a echar al equipo a las espaldas, siendo el mejor del partido con sus dos goles y otras tantas asistencias.
Balaídos volvió a disfrutar del fútbol de salón y el equipo le dio motivos para entonar ‘A Rianxeira’ y el ‘Miudiño’. Los de Claudio Giráldez ponen +6 sobre el descenso quedan 18 puntos en juego, gracias a la derrota del Cádiz en Girona. Un paso de gigante hacia la permanencia. Abrió la veda el de Moaña y Swedberg remontó antes del descanso. En la segunda parte, y con la entrada de Douvikas, sellaron la victoria. Primero el de Moaña se la dio al griego, y este luego le devolvió el favor dándole el cuarto.
Levantarse tras el mazazo y las dudas
Una primera parte gris acabo saliendo bien. Pero, sobre todo, los primeros minutos fueron muy complicados por los celestes. Los de García Pimienta conseguían sacar la pelota de una manera impoluta. Utilizando el tercer hombre en corto y a Sori Kaba en el desmarque de apoyo para la salida larga. Los canarios estaban acertados en los primeros y segundos toques y ganaban campo rápidamente. Los de Giráldez, sin embargo, estaban perdidos. Perseguían sombras. Beltrán saltaba a Kirian que se incrustaba entre centrales, Mingueza perseguía a Moleiro que acababa como interior derecho, Carlos Domínguez fijaba con Sori Kaba y la movilidad canaria hacía que saltasen las líneas de presión con facilidad.
Cabe destacar que Claudio Giráldez volvió a apostar por Unai Núñez en la línea de tres centrales. Sin embargo, el vasco actuó como central zurdo, siendo diestro, y Carlos Domínguez como central en el medio, siendo zurdo. El ex del Athletic volvió a mostrar inseguridad con balón y sin él. Por ahí llegó el primer gol. Los canarios ganaron la espalda del central celeste y, tras la salida de un córner, Herzog le ganó el salto para hacer el 0-1 en el 11‘. El canterano de Las Palmas volvió a ser titular y volvió a anotar, y pudieron ser dos pero Vicente Guaita salvó a los vigueses.
Reponerse y la remontada
Este golpe no mató a los de Giráldez, ajustaron e igualaron la superioridad por dentro de los visitantes. Empezaron a robar alto y a transicionar con velocidad, así llegaron las primeras ocasiones. Primero, Beltrán le dio un pase de fantasía a Carles que remató alto por poco. El celta se hizo con la pelota, imprimiendo ritmo y pases cortos para luego buscar largo. Atraían para picar. Jailson metió un pase que rompía dos líneas y ponía a Larsen delante de Valles. El noruego no estuvo acertado y falló en la definición.
Los vigueses fueron capaces de dominar y someter. Empezó a auparse unas cuantas figuras en el elenco vigués. Carles Pérez volvió a ser el extremo que se esperaba, volvió loco a Carmona. Aspas, a pesar de sus 36 años, se hizo dueño y señor del partido. Se jugaba a su ritmo, controlaba, giraba, asistía y marcaba. Hugo Álvarez encaraba y se asociaba insistentemente. Y Carlos Domínguez sostenía al equipo desde el fondo, siendo un muro infranqueable.
Empezaron los minutos locos de la primera parte. Primero Carles Pérez desequilibró por derecha, Larsen hundió a la defensa y Aspas leyó el espacio libre. El catalán se la puso y el de Moaña no perdonó. Dos minutos más tarde, jugada que representa a este nuevo Celta. Circulaban en el fondo, el balón llegó a Mingueza que filtró a Aspas, se giró y vio al Swedberg tirando el desmarque. El pase de Aspas dejó al sueco ante Valles y no perdono. Se liberó el ‘Kraken’ y desató la locura en Balaídos.
Fútbol de salón
La segunda parte fue otro cantar. Desde el inicio los locales sometieron a su rival. Mingueza pudo poner el 3-1 pero Valles aguantó la vaselina del catalán y la mandó a córner. El Celta estaba encontrando donde hacer daño a Las Palmas, esta clave la dio Mingueza en zona mixta. «Nos han puesto vídeos a la media parte y hemos visto que era muy claro. Si salta Mika o el lateral con Iago el espacio lo teníamos a la espalda«. Eso hicieron. Encontraron una vía de peligro ahí pero Valles, estaba muy acertado. Primero sacando una gran mano a Beltrán y luego a un cabezazo de Jailson.
Pero la botella de champagne se descorchó con la entrada de Douvikas. Aspas, después de una buena conducción, le cedió el balón para que anotase el 3-1. 5′ después, Carles volvió a fijar a su par, Douvikas picó a ese espacio que comentaba Mingueza, y le dio el balón a Aspas para que anotase su doblete particular. El ’10’, a pesar de las críticas, volvió a demostrar su nivel. 2 goles y 2 asistencias para sumar 7 goles y 8 pases de gol esta temporada. Números, una vez más, de futbolista de élite.
Hoy le tocaba a él 🩵@aspas10 x2.#LALIGAEASPORTS#LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/SgupeHKLA8
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) April 20, 2024
Los últimos minutos fueron una fiesta para la grada. Balaídos saltó, cantó y disfrutó. Volvieron a sonar canciones míticas como A Rianxeira, O Miudiñio y el fútbol de salón. Se escucharon los olés. Comunión equipo-afición donde sobre sonó un nombre: Claudio Giráldez. El de O Porriño lleva cuatro partidos en el cargo, con 7 puntos de 12 posibles. Tras anunciar su renovación, la grada de Balaídos coreó su nombre para premiar al técnico.
‘O Miudiño’ sonando en Balaídos
Estudiante de periodismo
Redactor en Vavel y en Agente Libre