El conjunto alemán se proclama campeón de liga por primera vez en su historia tras vencer al Werder Bremen en casa. El Leverkusen redondea un título inédito sin haber perdido en el camino hacia su consecución
El Bayer Leverkusen ya forma parte del selecto grupo de campeones de la Bundesliga. Los de Xabi Alonso han sellado el título ante el Werder Bremen (5-0) y lo han hecho con letras de oro. Y es que su travesía hasta el alirón ha sido inmaculada: 25 victorias y 4 empates en 29 jornadas han aupado a este equipo a lo más alto, dejando atrás a todos sus rivales y sobreponiéndose a cualquier obstáculo. A partir de ahora, el Leverkusen es historia del fútbol alemán.
Desde el inicio de la tarde el estadio y sus aledaños fueron una fiesta. Había que cerrar el campeonato ante la parroquia local. Y no hubo sorpresas en el Bay Arena porque el Leverkusen se encargó de encauzar el partido con el dominio que acostumbra a desplegar. Hincapié estuvo muy cerca de descorchar el champagne en el minuto 7 tras finalizar una gran jugada de Tella por el costado derecho. Sin embargo, Zetterer se hizo grande en el área chica para desbaratar el primer tanto.
Monólogo con premio
Con el paso de los minutos el conjunto de las aspirinas era más notable. El terreno del Werder Bremen se iba achicando por momentos gracias a la fluidez que tenían las posesiones locales. Pese a que el fútbol del campeón se cocinaba a fuego lento en los pasillos interiores, la amenaza real llegó por fuera. Así llegó la jugada más importante del primer acto, con un balón de Tella a Hofmann que era medio gol y que terminó en penalti. Malatini trabó torpemente al atacante alemán y el colegiado no tuvo otra opción. Boniface acertó desde los 11 metros y puso una piedra más hacia el título.
La botella de champagne se había descorchado y la inspiración creció en los atacantes del Leverkusen. Por partida doble pudo sentenciar el partido el equipo de Xabi Alonso a la salida de un córner con los remates de Tah y Boniface a quemarropa. Zetterer contuvo la sangría de su defensa con paradas de mérito. Hofmann también quiso unirse a la fiesta del gol, pero una muralla de defensas visitantes frenó su disparo.
Goles de museo
Todas la mala suerte de cara a puerta que tuvo el Leverkusen en la primera parte se transformó el goles en la segunda. Con un Werder Bremen más ofensivo y necesitado, los locales encontraron espacios para hacer daño a la contra. Ya con Florian Wirtz sobre el verde, el Leverkusen comenzó a multiplicar sus vías hacia la portería rival. Y una de ellas fue el disparo de media distancia, con el que Xhaka puso tierra de por medio a la hora de partido. El suizo estampó un zurdazo en la red de Zetterer para delirio del respetable.
Wirtz también añadió su nombre a una tarde histórica con un gol a la altura de las circunstancias. Una diana que refleja el nivel de inspiración que ha alcanzado este curso. Un latigazo inapelable desde la frontal que quitó las telarañas de la portería visitante. Sólo los inalcanzables números de Harry Kane podrían privar a la joya alemana de coronarse como el MVP de la Bundesliga.
Florian superstar
En los minutos finales Wirtz volvió a dejar su sello en el marcador con una definición solvente ante el portero del Werder Bremer y completó su recital con un hat-trick para el recuerdo. 45 minutos bastaron al media punta alemán para poner patas arriba el encuentro y cerrar el círculo de la mejor manera posible. La alegría y ganas de festejar eran tales que se produjo una invasión de campo momentánea. A pesar de que el partido no pudo finalizarse por la cantidad de gente que había en el terreno de juego, no hubo incidencias negativas. Sólo aficionados felices por una hazaña de época. El Bayer Leverkusen ya es un equipo histórico con todas las de la ley. El fútbol alemán ya tiene nuevo monarca.
- Periodismo en FCOM Cuenca
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