El belga estrena el palmarés en una carrera marcada por los imprevistos y las caídas
Wout Van Aert ha reinado bajo el sol de Benidorm. El ciclista belga se ha proclamado campeón de la Copa del Mundo- que no el Campeonato del Mundo- de Ciclocross. Con la victoria, el corredor de Visma Lease- antiguo Jumbo Visma- rompe la hegemonía de Mathieu Van der Poel, quien había sumado diez victorias en las pruebas del circuito. Las caída del corredor holandés cerró la victoria de Van Aert.
Los corredores cerraban el circuito navideño con la Copa del Mundo. El barro y el frio del norte de Europa, daba paso al calor y la arena de Benidorm. La ciudad española se daba cita con los mejores corredores del circuito en su segunda edición. Van der Poel, Pidcock o Wout Van Aert optaban a la victoria como máximos exponentes, pero los percances sentenciaron la carrera.
Nervios y tensión
Desde el pistoletazo de salida, la arena y los obstáculos hacían estragos. Van der Poel- imbatible en este arranque de temporada– se fue al suelo y Van Aert realizaba una mala salida. La cala le pasó una mala jugada. El corredor perdió más de veinte posiciones en la salida. El tercero en discordia, Pidcock siguió el camino de Van Aert y tuvo que remontar varias posiciones en las primeras vueltas. Las sorpresas y la tensión marcaban el inicio.
Una carrera distinta
En la cabeza de carrera, Felipe Orts, Iserbyt- líder del Mundial- y Vanthourenhout soñaban con el triunfo en la línea de meta. El ritmo entre la arena era rápido buscando eliminar a los máximos favoritos, pero a mitad de carrera, la cabeza de carrera volvía a la normalidad. Los grandes favoritos aceleraron la marcha y con fuertes cambios de ritmo rompieron el grupo. Van Aert y Van der Poel gobernaban la carrera. La sorpresa era Vanthourenhout, quien aguantó el desgaste físico y obtuvo su recompensa.
Los percances y el desgaste, propiciaron una carrera diferente, donde ninguno pudo imponer su ley. Todo se decidió en la última vuelta con la caída de Van der Poel. Al holandés, quien probó unos neumáticos blandos, un extraño de la rueda delantera lo mandaba al suelo y sus opciones desaparecieron. Van Aert no lo dudo y los watios no pararon de ascender.
Van Aert alza los brazos
Con Van der Poel en el suelo y el grupo perdiendo metros, la victoria era cosa de dos hombres. Vanthourenhout y Van Aert entraban en la zona decisiva, el asfalto. En este tramo, el belga aceleró el ritmo y Michel, quien había aguantó en los primeros metros, desistió. La ventaja era insalvable. Con el aliento de los aficionados y las últimas curvas, los nervios pudieron cambiar el resultado. En el último obstáculo, los tablones, el belga se iba al suelo y Vanthourenhout volvía a escena, pero sin margen para alcanzar la victoria. Con el miedo en los ojos, Van Aert cruzaba la meta y sumaba la primera victoria de la temporada.
Vanthourenhout y Nys completaron el podio en la última prueba del calendario, marcada por los nervios, las sorpresas y el cambio de rumbo con la victoria de Van Aert.
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