Muy mala primera parte del Mallorca que consigue el empate ante Osasuna y que les daría matemáticamente la permanencia si el Cádiz pierde mañana contra el Sevilla.
Alineaciones:
Osasuna: Aitor Fernández, Rubén Peña (75′, Lucas Torró), Catena, Jorge Herrando, Juan Cruz, Moncayola, Iker Muñoz, Aimar Oroz (66′, Moi Gómez), Rubén García (75′, Jesús Areso), Raúl García (88′, Max Svensson), José Arnaiz (66′, J. Mojica)
Mallorca: Rajkovic, Nacho Vidal (76′, Copete), Gio González, Raíllo, Nastasic, Lato (83′, Jaume Costa), Omar Mascarell (46′, Abdón Prats), Dani Rodríguez (83′, Antonio Sánchez), Manu Morlanes (76′, Samu Costa), Sergi Darder, Larin
Arbitro: Francisco José Hernández Maeso
Crónica:
El RCD Mallorca ha conseguido un valioso empate en su enfrentamiento contra Osasuna , un resultado que podría tener un impacto crucial si el Cádiz no logra ganar su partido contra el Sevilla mañana. A pesar de una primera mitad decepcionante para los mallorquinistas, donde se encontraron en desventaja en el marcador debido a un gol de Moncayola, lograron corregir el rumbo en la segunda parte, alcanzando la igualdad gracias al gol de Sergi Darder, quien se estrenó como goleador.
La característica distintiva de este equipo es su capacidad para luchar hasta el final. Ahora, queda esperar el partido en el Sánchez Pizjuán y su desenlace. Sin embargo, las circunstancias tendrían que darse muy mal para que el Mallorca no compita en Primera División la próxima temporada.
Javier Aguirre ha optado por realizar numerosos cambios en la alineación del equipo en El Sadar después de disputar un partido el sábado contra Las Palmas. Darder, Morlanes, Morlanes o Lato fueron titulares en un encuentro en el que el Mallorca tenía la oportunidad de asegurar prácticamente su permanencia en la categoría. Sin embargo, lo sucedido en la primera mitad resulta difícil de comprender.
En la competición por los peores primeros tiempos de los últimos años, el desempeño de hoy contra Osasuna merece un lugar destacado, incluso teniendo en cuenta las alternativas de esta temporada. El equipo de Arrasate, sin más objetivo que cerrar bien la campaña, dominó completamente a los mallorquinistas, quienes parecían estar desconectados.
Desde el inicio del partido, quedó claro que el equipo local estaba decidido a buscar la victoria, mientras que los visitantes, ataviados con su distintivo azul turquesa, parecían conformarse con observar los acontecimientos. Con Larin como único delantero, cuyo momento más destacado en la primera mitad fue solicitar un cambio de botas, la estrategia se basaba en lanzamientos largos que, con suerte, encontraban a algún destinatario.
Osasuna, en ciertos momentos, parecía imparable gracias a la complacencia de un centro del campo inoperante por parte del Mallorca. Tardaron apenas 13 minutos en lograr su objetivo. Una falta ejecutada por Arnaiz fue despejada por Nastasic hasta la frontal del área. Allí, Moncayola, sin marca alguna, conectó un remate cruzado que Rajkovic no pudo alcanzar, abriendo el marcador. Un gol merecido dado lo visto hasta entonces. Curiosamente, apenas dos minutos antes, el Mallorca había tenido su única oportunidad, con una volea de Nacho Vidal a un centro de Lato que Aitor Fernández logró repeler, seguido de un débil remate de Darder.
Después del gol, cuando los locales aflojaron el ritmo, todo se desmoronó. Arrasate superó tácticamente a Aguirre con maestría. Los mallorquinistas no lograban presionar a tiempo, carecían de coordinación para avanzar en el campo y apenas podían encadenar más de tres pases seguidos cuando tenían el balón. Morlanes apenas tuvo participación, Mascarell estuvo ausente y Darder no demostró ser el jugador estrella que se esperaba.
Cyle Larin protagonizó un momento destacado en esta temporada con una jugada que dejó perplejos a todos. Recibió un pase largo que lo dejó solo en el área, pero optó por controlar hacia afuera y, tras intentar un centro, envió el balón directamente a las gradas. Lo único positivo al final de la primera parte era el resultado, aunque difícilmente podría haber sido peor.
En el descanso, Aguirre, probablemente insatisfecho, sustituyó a Mascarell por Abdón, buscando más presencia ofensiva. Los primeros cinco minutos mostraron algo más de iniciativa, pero el área de Osasuna seguía siendo inaccesible. De hecho, fueron los locales quienes estuvieron cerca de anotar el segundo gol con una volea de Iker Muñoz que Rajkovic logró repeler.
Estaba claro que el empate no llegaría por juego elaborado, así que el Mallorca tuvo que depender de jugadas a balón parado.
Después de una serie de tres saques de esquina, finalmente llegó el momento. Primero Gio González, quien parecía haber encontrado su habilidad para rematar a portería, tuvo una oportunidad en el minuto 64 con una volea tras un saque de esquina. En el siguiente córner, el balón cayó en el borde del área, donde Darder, el recién estrenado goleador, remató para marcar gracias a la colaboración de Rubén Peña.
El gol ha inyectado ánimo al equipo, que ha cambiado el rumbo del partido y ha estado más cerca de completar la remontada. Si el resultado se mantiene, el punto sería crucial, ya que obligaría al Cádiz a ganar todos sus encuentros restantes para superar al Mallorca en la tabla clasificatoria. Sin embargo, apenas seis minutos después, el Mallorca desperdició una oportunidad clara para marcar el segundo gol. Primero, Lato tuvo un remate a quemarropa que Aitor logró despejar. Luego, en el rebote, Nacho Vidal mandó el balón fuera cuando tenía toda la portería a su disposición.
De manera sorpresiva, Aguirre decidió sustituir a Lato y Morlanes para dar entrada a Copete y Samú Costa. Esta decisión pareció ser un retroceso en una segunda mitad en la que el equipo estaba mejorando progresivamente. El mensaje era claro: el punto era valioso y debía ser protegido. Un empate que sería positivo si el Cádiz no consigue vencer al Sevilla mañana.
Con el final del partido cerca, los riesgos fueron minimizados por completo. El empate deja al Mallorca ahora a siete puntos del Cádiz. Las cuentas son bastante claras: si el Cádiz no gana mañana, la salvación del Mallorca estará asegurada. Si pierde, será un hecho matemático; si empata, será una certeza virtual. Ahora, solo queda esperar y ver qué depara el próximo encuentro.