El conjunto de José Bordalás se dio un festín de goles frente a un rival muy inferior pero al que siempre le tuvo el máximo respeto y no bajo la intensidad en ningún momento. Fue un partido especial por la experiencia del conjunto local de medirse a un primera y del encuentro entre los dos hermanos Mayoral en el terreno de juego.
El Inter de Valdemoro afrontaba el partido más importante de su historia reciente. Un modesto equipo de la Comunidad de Madrid se enfrentaba a todo un Getafe CF de Primera División en la primera ronda de la Copa del Rey.
El ambiente fue de festejo desde el inicio, más de 7.000 aficionados se juntaron en el Coliseum, donde el Inter ejercía de local por cuestiones de aforo y homologación del terreno. Familias, camisetas azulonas mezcladas con las del equipo de Valdemoro y una ilusión compartida, disfrutar del fútbol sin importar el marcador.
Pero pronto la realidad futbolística se impuso. El Getafe, con un bloque de jugadores titulares y jugadores en busca de minutos, demostró desde el inicio una superioridad aplastante. El marcador final, 0-11, refleja la diferencia de categorías que no empaña la experiencia vivida por el club local.
Desarrollo del partido
El Getafe salió sin especular. En apenas 20 minutos ya había disparado siete veces a portería. El primer gol llegó a los 21’, obra de Mario Martín, y a partir de ahí el encuentro se inclinó definitivamente.
El protagonista indiscutible fue Juanmi, que firmó un póker de goles (26’ penalti, 36’, 45’ y 48’), mostrándose letal en cada llegada.
A partir del descanso, el equipo azulón mantuvo la intensidad: Javi Muñoz (52’), Neyou (56’), Liso (66´) Joselu Pérez (70’) y Borja Mayoral (72’, 76’) completaron la goleada.
El Inter Valdemoro apenas tuvo tres llegadas, la más clara en el 63’, un disparo lejano de David Escobar que se fue por encima del travesaño. Letacek apenas tuvo trabajo.
Tácticas
En el sistema del Getafe que salió con un 4-2-3-1, con presión alta, laterales que se incorporaban constantemente al ataque y rotación constante en la frontal del área. Su dominio posicional anuló toda salida de balón del Inter. En el sistema del Inter Valdemoro, también con un 4-2-3-1, pero replegado. Intentó cerrar espacios entre líneas, aunque las diferencias físicas y de ritmo fueron demasiado amplias.
El Getafe aprovechó los espacios en transición, moviendo el balón con rapidez desde los centrales hacia las bandas. Juanmi y Mayoral, generaron el caos en la defensa rival.
En defensa, el Inter sufrió especialmente por los costados. Las ayudas no llegaban a tiempo y cada pérdida era un contragolpe letal.
El ambiente es la otra victoria
El Coliseum vivió una noche diferente. Aunque el marcador fue abultado, la afición del Inter de Valdemoro no dejó de cantar. Hubo intercambio de bufandas, fotos, abrazos y un cierre con aplausos para ambos equipos.
Los jugadores locales, algunos amateurs, se marcharon del campo ovacionados por el público. En palabras de un aficionado: “Hoy perdimos en el marcador, pero ganamos una experiencia que contaremos toda la vida.”

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