Pasando de Oleg Blokhin a Shevchenko o incluso al actual capitán, Yarmolenko, Ucrania alberga un amplio historial de leyendas en los anales de su historia
A nada de arrancar la decimoséptima edición de la Eurocopa, Ucrania vuelve a presentarse como una de las candidatas a revelación del torneo, cosa que viene sucediendo desde antaño. Andriy Shevchenko es una de las leyendas más reconocidas a nivel mundial, pero, antes y después de él, numerosos jugadores más han vestido la elástica de la selección ucraniana.
Sin embargo, el problema en particular de Ucrania es que la creación del país como tal no se dio hasta casi finalizado el siglo XX, cuando empieza a disolverse la Unión Soviética. Hasta entonces, se habla de una cultura ucraniana cuyo forjamiento se llevó a cabo dentro del Imperio ruso, entre pérdidas y conquistas de territorio en las distintas guerras que ha protagonizado Rusia. Por ello, después de un intento de ucranización en 1933, que quedó en vano, en 1991, tras un golpe de estado, Ucrania declaró su independencia y se proclamó como un Estado independiente y democrático.
Esta es la explicación del por qué de algunos jugadores, nacidos en territorio ucraniano, jugaron con la selección soviética, como son los casos de Oleg Blokhin e Igor Belanov.
Oleg Blokhin e Igor Belanov, un balón de oro por cabeza
Ambos jugadores son los más legendarios de los libros sobre fútbol ucraniano. Primeramente, fue Oleg Blokhin el primer ucraniano que lograba hacerse con el Balón de Oro (1975) con un registro récord para la época (122 puntos de 130 posibles), teniendo como rivales a dos mitos del nivel de Johan Cruyff y Franz Beckenbauer. Gracias a sus estelares actuaciones, llevó al Dinamo de Kiev y a la Selección Soviética, donde es el máximo goleador histórico, a la élite del fútbol europeo y mundial. Sin embargo, pese a su abundante talento, no salió de sus tierras hasta bien avanzada su carrera, aunque a equipos de un nivel relativamente bajo.
Once años después, sería Igor Belanov quien, en 1986, conseguiría este gran logro personal, el cual entregó durante el conflicto entre Ucrania y Rusia a un hospital de Odessa. En este caso, se debió a su gran campaña en el Dinamo de Kiev, con el que salió campeón de la Recopa de la UEFA siendo el máximo anotador, y en el Mundial de 1986 (México), pese a caer en octavos de final. Además, consiguió imponerse en la gala del Balón de Oro a nombres como Diego Armando Maradona -por normativa solo se otorgaba a europeos-, Gary Lineker o Emilio Butragueño.
Andriy Shevchenko, no hay dos sin tres
Para algunos, Shevchenko es el mayor estandarte de la historia de Ucrania y uno de las grandes leyendas del fútbol europeo. El «niño radiactivo», denominado así por ser nacido en Chernóbil y partícipe de su catástrofe nuclear con tan solo 6 años, se vio obligado a emigrar a la costa ucraniana -todavía soviética-, siempre con un balón entre sus manos. Destacó muy temprano entre las categorías inferiores del Dinamo de Kiev y, con 18 años, ya debutaba en el primer equipo, viéndose afectado por la pronta fama pero encaminado, a posteriori, por el mítico entrenador ucraniano Valeri Lobanosky.
Tras una temporada siendo máximo goleador en liga (18) y Champions (10), el AC Milan puso sus ojos en él, y con decisión, ya que lo adquirieron por la friolera de 26 millones de euros, en 1999. Aunque el inicio no fue bueno, con la llegada de Carlo Ancelotti al banquillo milanista en 2001, se empezó a cuajar la historia que, aún a día de hoy, se sigue recordando por Milán. 1 Champions League (2002/03), 2 Supercopas de Europa (2003 y 2004), 1 Liga Italiana (2003/04) y 1 Supercopa de Italia (2004/05), sumado a los 175 goles que le convierten en el segundo mayor anotador de la historia rossoneri, avalan al mito de Ucrania. Tan solo le quedaba ser premiado por el honorífico Balón de Oro en el año 2004, compitiendo con Deco y Ronaldinho.
Tymoschuk, el paso de leyenda a «traidor», también para Shevchenko
El ex-centrocampista del Bayern de Múnich, Zenit San Petersburgo y Shakhtar Donetsk es el ucraniano con más partidos disputados en la selección (144). Sin embargo, pese a lo histórico que refleja su nombre en Ucrania, actualmente es odiado por la UFA (Ukrainian Association of Football), por Shevchenko, quien le entregó el brazalete de capitán de la selección en su momento, y por sus compatriotas, puesto que una vez empezada la guerra entre Rusia y Ucrania decidió continuar en San Petersburgo como entrenador del equipo de la ciudad, sin pronunciarse al respecto.
Es ganador de 1 Champions League (2012/13), 2 Bundesligas (2009/10, 2012/13), 2 Copas de Alemania (2009/10, 2012/13) y 2 Supercopas de Alemania (2010/11, 2012/13) con el conjunto bávaro y de 1 Copa de la UEFA (Europa League) (2007/08) y 1 Supercopa de Europa (2008/09) desde las filas rusas. No obstante, desde Kiev tienen congelados sus activos económicos como medida sancionatoria, al igual que otros 56 deportistas, aun sin haber realizado ninguna declaración. Por la misma razón, también le retiraron la licencia de entrenador, su trayectoria con la selección ucraniana y todos los títulos obtenidos en territorio nacional.
Andriy Yarmolenko, historia viva de Ucrania
El futbolista nacido en San Petersburgo (Rusia) está a punto de disputar su cuarta Eurocopa con la selección ucraniana a sus 34 años de edad. Ha jugado para West Ham, Borussia Dortmund y Dinamo de Kiev (equipo actual), entre otros, siendo un jugador muy querido en todos los lugares donde ha estado, pero, sobre todo, en su tierra, Kiev, donde empezó siendo denominado como «El nuevo ‘Sheva’ (Shevchenko)» y ahora ya lleva 356 partidos a sus espaldas, con 144 goles y 94 asistencias.
En representación de su país, es el capitán y encargado de guiar a los jóvenes hacia una nueva edición del torneo de selecciones más importante de Europa. Ha anotado 46 tantos en 119 partidos como internacional y esta, su cuarta Euro, se postula como su último gran torneo con la selección, sobre todo si Ucrania sigue renovándose con tanto joven talento. Sin embargo, es bien sabido el legado que Yarmolenko ha dejado en manos de las siguientes generaciones y sus compatriotas se sienten bien representados allá donde él está.
Estudiante de Periodismo en la Universitat de València.