Todo parece ir sobre ruedas para el madridismo. Hasta tenemos a Taylor Swift de nuestra parte. Pero a pesar de todo, esa sensación de incertidumbre me persigue. Supongo que ya es algo normal y que por muchas más finales que juguemos jamás se me quitará ese miedo a la primera derrota. Tendré que preguntarle a un atlético a ver cómo se siente.
Artículo de opinión
Sábado por la mañana, poco más de ocho horas para que comience la final y no puedo dejar de pensar en lo mismo una y otra vez: ¿y si esta vez nos toca perder?, ¿cómo se hace?, ¿cómo se reacciona a la derrota?, ¿cuánto tiempo debe uno estar triste?…
No sé si este será un pensamiento recurrente entre los madridistas o es una cosa mía; un miedo derivado de mi desconexión con la actualidad del mundo del fútbol. Los más pendientes de las novedades supongo que no pensarán en estas cosas, seguramente me llamarán gafe incluso y simplemente se centrarán en a quién poner en qué emparejamientos o en que eso de que “el futbol le debe algo a Reus” sea un cuento chino. Pero, ¿y si no lo es?
Hace diez años jugamos la primera de las finales de esta década histórica para los madridistas. Hace diez años estábamos en Lisboa frente al Atlético de Madrid. Hace diez años estuvimos a punto de descubrir como se siente eso de perder una final de Champions, pero apareció Ramos. Dos años después volvimos a encontrarnos con nuestros vecinos, esta vez en Milán. Y si la primera la salvó Ramos por segundos, esta le tocaría perderla a Juanfran por centímetros.
Le cogimos gusto a esto de las finales de Champions, tanto que al año siguiente arrasamos la competición y levantamos la duodécima frente a la Juve. Y llegó 2018. Ese año quizá sea el más cercano a una derrota que hayamos vivido ya que ganamos, sí, pero las declaraciones posteriores de Cristiano nos dejaron a todos con un sabor de boca peculiar, agridulce, como si estuviéramos a punto de perder mucho más de lo que acabábamos de ganar. Y efectivamente perdimos (y él también. Más que nosotros incluso). Nos pasamos cuatro años perdiendo en Champions hasta que la vida decidiera colocarnos en otra final, otra vez contra el Liverpool. Sin Cristiano esta vez, pero con una nueva esperanza, un nuevo 7 al que animar. Y vaya que si le animamos, le defendimos de todo y de todos para que él pudiera centrarse en jugar y bailar lejos del ruido de los haters.
Dos años después estamos de nuevo en otra final de Champions. La sexta en once temporadas. Esta vez en Wembley, Londres, tras un periplo increíble por las eliminatorias con gestas históricas frente a grandes como City o Bayern. Tenemos al 7 con nosotros y a un nuevo 5 que ilusiona como ninguno. Todo parece ir sobre ruedas para el madridismo. Hasta tenemos a Taylor Swift de nuestra parte. Pero a pesar de todo, esa sensación de incertidumbre me persigue. Supongo que ya es algo normal y que por muchas más finales que juguemos jamás se me quitará ese miedo a la primera derrota. Tendré que preguntarle a un atlético a ver cómo se siente. Puede incluso que sigamos jugando y ganando finales hasta que llegue el día en el que perdamos, muchos años después de dejar por escrito estas mis inquietudes. Quizá ese día hasta tenga un hijo ytenga que explicarle como se pasa semejante trago. Espero saber serle sincero y admitirle que no lo sé. Quizá la pregunta que os formulaba al inicio simplemente no tenga respuesta. Supongo que eso es lo mágico de las primeras veces, que no sabes como van a ser y por eso estás nervioso.
Sea lo que sea una cosa está clara y es que nos vamos a divertir. Ganemos o perdamos el Madrid ya nos ha regalado la posibilidad de pasar otra tarde histórica en compañía de los nuestros ya sea para celebrar o para llorar. Lo que sea, pero juntos. Preparaos para otra montaña rusa de emociones porque no sé si será por segundos como la de Ramos, o por centímetros como la de Juanfran, pero esto se decidirá en detalles. Detalles como que la afición tengamos siempre presente que ¡Hasta el final, vamos Real!
Carlos.
Es del Bierzo, madridista de corazón y férreo defensor de LeBron James como GOAT. Ha trabajado en Fromthelogonba y TiempoD3Basket. Además tiene un podcast de entrevistas en YouTube y plataformas de audio. Ah y corrió una maratón, que yo que sé, hay que correrla.
Carlitos ven al bar