El conjunto rojiblanco a un paso de escribir otro capítulo dorado en su historia
El domingo la Perla del Duero amaneció más temprano de lo habitual y con sus calles teñidas de rojiblanco. Zamora Club de Fútbol y Unió Esportiva Sant Andreu se citaron en el Ruta de la Plata en la vuelta de las semifinales del play-off a Primera Real Federación. Desde varias horas antes ambas aficiones inundaron las calles de Zamora para celebrar la fiesta del fútbol.
Los catalanes viajaban a «la bien cercada» con una ventaja de dos goles, resultado engañoso para una cita de tales dimensiones. El Zamora bajo el lema «yo elijo creer» fue creando un caldo de cultivo que acabó dando lugar a una auténtica olla a presión que llevó en volandas al equipo.
Primera parte
Los primeros compases del partido se saldaron, como era previsible, con poco fútbol y muchas disputas, terreno en el cual los locales demostraron el hambre y las ganas de darle la vuelta a la eliminatoria que ya se palpaban en las horas previas al choque. Los hombres de David Movilla tejieron una tela de araña que imposibilitó la salida de balón del conjunto catalán,
Con el paso de los minutos el conjunto rojiblanco se hizo el dueño y señor de la pelota embotellando al Sant Andreu en área propia. Las ocasiones fueron sucediéndose para el cuadro local que no era capaz de concretar en últimos metros. El Sant Andreu pareció despertar y fue conectándose poco a poco al partido, obligando incluso al meta local a salir de sus dominios para actuar de último defensor y sofocar la ocasión más peligrosa del cuadro catalán.
Poco después del ecuador de la primera mitad el Zamora logró poner la primera piedra de la remontada en una jugada embarullada en la que Pito hizo valer su veteranía propiciando un error en salida de balón y Cañizo estrelló el esférico contra la red.
El Zamora, tras el gol y arropado por su afición, dio otro paso hacia adelante avasallando, aún más si cabe, a un Sant Andreu que veía peligrar su renta por momentos. El Zamora buscó el gol de todas las maneras posibles hasta que la pelota no tuvo otra que acabar en el fondo de la meta defendida por Nil. En uno de los incontables centros laterales, Cañizo, el más listo de la clase, se alzó por encima de la zaga visitante firmando un testarazo que igualaba el cómputo global de la eliminatoria.
El Sant Andreu recibió como una bendición el pitido del colegiado que enviaba a ambos conjuntos a vestuarios.
Segunda parte
El conjunto visitante dejó claras sus intenciones desde la salida del túnel de vestuarios, poco o nada iba a tener que ver el guion de la primera mitad en el que el Zamora había monopolizado todas las acciones de peligro. Los chicos de Xavi Molist comenzaron a dejar destellos del equipo que demostraron ser en el primer duelo de la eliminatoria y tras una jugada combinativa Josu amenazó, sin éxito, la escuadra de la portería rojiblanca. El Zamora no tardó en rehacerse y volvió a coger los mandos del partido aunque con un dominio menos apabullante que en la primera mitad.
La más clara de la segunda mitad no se hizo esperar, Nil voló para repeler un cabezazo apoteósico de Cañizo que se colaba dentro, el guardameta hizo lo imposible y logró mantener vivo al Sant Andreu en el encuentro. El Zamora volvería a firmar una acción idéntica en una jugada por el perfil contrario en la que Pito Camacho se elevó y envió la pelota rozando la escuadra izquierda del cancerbero. La siguiente acción de peligro tendría como protagonista al mismo hombre, Pito, al que solo el larguero pudo privar del gol.
El encuentro agonizaba y ambos equipos vieron con buenos ojos jugarse el todo por el todo en el tiempo extra. Ya en la primera mitad de la prórroga Serrano logró silenciar al Ruta de la Plata con un disparo inapelable que se estrelló contra la madera.
Primera parte de la prórroga
La prórroga tomó un rumbo rocambolesco cuando el Zamora se vio con un jugador menos tras la expulsión de Etxaburu, quien había visto ya una tarjeta amarilla por recriminar una decisión arbitral.
Con uno más y la necesidad de marcar un gol para evitar la eliminación el Sant Andreu dio un paso adelante y comenzó a llevar el timón del encuentro.
Segunda parte de la prórroga
Los hombres de Movilla apretaron los dientes y sufrieron cada uno de los minutos hasta llegar con vida a la recta final, aprovechando cada pelota parada y cada amago de contrataque para coger aire. Con los once jugadores del Sant Andreu volcados, en el último suspiro del encuentro el Zamora logró sacar fuerzas de flaqueza para matar el encuentro al contrataque, el destino decidió dar un minuto más de sufrimiento estrellando el chut de Bolo contra el poste a portería vacía.
El Zamora se alzó con la victoria y ya sueña con la final del play off que puede devolver al club a la categoría de bronce del fútbol español.
Director de Agente Libre.
«La pelota no se mancha».