Con un agónico sprint final , el francés se ha aupado con la victoria por delante de sus compañeros de fuga
Con la miel en los labios. Este era el pensamiento de los sprinters, quienes no han tenido opción en la llegada de Lucca. Benjamin Thomas sentenciaba la carrera por delante de su compañero de fuga, Valgren, quien se tuvo que conformar con la medalla de plata. Pietrobon, delegado de Alberto Contador, buscó la sorpresa con un ataque en el último kilómetro. Cuatro pedaladas le faltaron para alzarse con la victoria. En el Pelotón con signos de resignación Milan encabezaba la llegada del grupo.
Un duro contragolpe
La fuga del día no conseguía llegar a la orilla y a falta de casi ochenta kilómetros volvía al redil del Pelotón. Con más de dos horas por delante y sin visos de un gran cambio en la general, el sprint intermedio daba el pistoletazo de salida para el contragolpe definitivo. Con un nacimiento accidente, con las caídas de Laporte o Daniel Felipe Martínez, las figuras de la jornada aceleraban el rumbo hacia la meta de Lucca. Valgren, Pietrobon, Benjamin Thomas y Paleni soñaban con aguar la fiesta a los hombres rápidos. El camino hacia la victoria había comenzado.
Los kilómetros pasaban y la distancia que nunca superó el minuto y medio, no se movía en favor de los hombres rápidos. Con la llegada de los últimos kilómetros, la preocupación y las conversaciones tensaban la carrera. El peso de la persecución era para Trek, quien con Milan como principal favorito, no recibía ayuda de los diferentes implicados. La falta de organización y el ritmo de los escapados hacían que la aventura llegase a un buen puerto.
Thomas acaba con el factor sorpresa
La manada de lobos se daba por vencida y los cuatro valientes sabían que tenían la victoria en sus piernas. En el marco de la zona vallada, Pietrobon probó las fuerzas de sus rivales. El italiano divisaba la línea de meta, Contador y los aficionados italianos se levantaban del sillón para celebrar la victoria, pero Thomas y Valgren trasportaban una locomotora que tenía otros planes. Pietrobon se veía sobrepasado a cien metros y en el sprint final el medallista olímpico en Tokio, no perdonaba a Valgren. El corredor de Cofidis alzaba los brazos y conseguía una victoria para la marca en el Giro dos años después.
Autor: Luismi Serrano
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