El extremo brasileño está desarrollando durante esta temporada un nuevo rol que se ajusta más a un delantero centro que a un extremo y está dando sus frutos dentro del terreno de juego
Carlo Ancelotti no solo tenía un plan en su cabeza con Jude Bellingham a su llegada al Real Madrid. El entrenador italiano colocó al inglés en la punta de un rombo en el centro del campo para aumentar así su presencia en área rival y ser más demoledor si cabe que en el Borussia Dortmund. Algo que le ha acabado dando la razón con el paso de las jornadas, siendo el ‘5’ un futbolista clave y total para el funcionamiento del equipo.
Pero esa posición, junto a la falta de delanteros de calidad tras la salida de Benzema, hizo que tanto Vinicius como Rodrygo se despidieran de las bandas y se centraran en jugar por el centro. El que parecía que iba a salir más reforzado de esta idea era el ex de Santos, ya que ocupó esas plazas en Brasil. Sin embargo, los focos y los goles están cayendo del lado de su compatriota.
Vinicius está experimentando en esta temporada una metamorfosis a la que se está ajustando a las mil maravillas. Ya ha quedado demostrado su potencial en la banda. Pero ahora sus movimientos hacia dentro, de más ‘9’, y su calidad están creando auténticos quebraderos de cabeza en las defensas rivales. Los zagueros ya no saben si defenderle al espacio o estar muy pegado a él. Ya que aborda ambos tipos de juego.
Más llegador y más ‘9’ puro
Este pasado fin de semana, ante Osasuna, Vinicius volvió a demostrar su valía en punta de ataque robando un balón al último defensor y definiendo con calidad ante la salida de Sergio Herrera. Minutos más tarde, un gran balón filtrado de Rüdiger, generó un nuevo uno contra uno, pero esta vez, el ‘7’ no encontró el hueco entre las piernas del meta enemigo. Su segunda diana sí se asemeja al Vinicius que hemos visto en las pasadas temporadas. Carrera al espacio, apura hasta línea de fondo y se la coloca al portero al palo más alejado.
Pero existen otros ejemplos de este nuevo rol del brasileño. Precisamente, en sus dos encuentros contra el Valencia. En el Bernabéu, el atacante aprovechó un centro desde la derecha de Rodrygo para abalanzarse hacia el balón. Y posteriormente introducirlo en la meta de Mamardashvili con el pecho. Siendo este un recurso habitual en los goleadores. Ya en Mestalla, Vinicius firmó el 2-1 llegando desde atrás para rematar en boca de gol un pase de Carvajal. De este modo, en la segunda mitad se elevó más que su par para anotar con un cabezazo picado y colocar el empate en el marcador.
Ante el Celta, remachó a gol un balón suelto en el área pequeña. En Champions contra el RB Leipzig aprovechó un gran pase de Bellingham al centro para empujarla. Frente al Barcelona en la final de la Supercopa de España, anotó un ‘hat trick’. El brasileño inició su cuenta goleadora con un mano a mano que resolvió con una finta al portero. Provocando que los ‘culés’ se hundieran con un segundo tanto en el que se tiró con los pies por delante para hacer bueno el envío de Rodrygo.
Una nueva alternativa
Muchos ejemplos de un Vinicius delantero centro que se ha amoldado a la perfección a este nuevo sistema impuesto por Ancelotti. De esta forma, su juego tiene un abanico de posibilidades más amplio que el ya visto en pasadas campañas.
Quién sabe si esto seguirá así en el próximo curso, pero con Kylian Mbappé de compañero en lugar de Rodrygo. Ya que el ’11’ del Madrid no está pasando por un buen momento de forma. O quizás vuelva a esa banda izquierda con el francés en punta y su compatriota a la otra banda. Aunque esto quizás sea menos probable, ya que si algo le gusta al crack del PSG es partir desde la izquierda.
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