Vascos y baleares se median en el Reale Arena por una plaza en la final copera en la búsqueda por un nuevo título. Los visitantes alcanzaron la final tras ganar 4-5 en la tanda de penaltis tras el 1-1 final
Primera Parte
Tanto el Mallorca como la Real Sociedad se median en quizás, uno de los partidos más importantes de toda la temporada. Ambos técnicos lo sabían y, teniendo el aliciente del reciente partido liguero, prepararon el partido en conciencia. El encuentro comenzó muy distinto al sucedido en las islas. El Mallorca salió con ganas de morder y gracias al planteamiento defensivo de Aguirre, con una búsqueda continua de contras, el equipo visitante supo asustar y sorprender al equipo local. Los primeros 30 minutos fueron más una lucha física que un partido, hasta que el dinamismo de Kubo, comenzó a decantar la balanza. La Real se internaba cada vez más en campo rival y en el minuto 45, tras una grandísima jugada del combinado blanquiazul, un centro impactaba en la mano del capitán rojillo (Raíllo) y la Real conseguía un suculento penalti. El encargado se decidió en la figura del gallego, Brais Méndez que, lanzó un penalti al centro buscando sorprender y, Greif el guardameta visitante no cayó en el engaño, deteniendo el penalti y mandando el encuentro al descanso con un resultado de empate.
Segunda Parte
La segunda mitad no pudo empezar mejor para el combinado visitante que, tras solo 4 minutos de juego, puso el 0-1 a manos de un cabezazo inapelable de Gio González gracias a un centro medido de Jaume Costa. El partido entonces se teñía de un tinte muy claro, el Mallorca necesitaba defender como fuera el resultado y la Real empatar de nuevo el partido. La Real seguía intentándolo y buscaba, tanto con juego como con la entrada de Oyarzabal el empate. Pero el Mallorca buscaba dañar a la contra y Remiro se vestiría de héroe en el minuto 60 con una parada mayúscula a Larín. La Real seguía y seguía remando y llegado el minuto 70, una jugada maravillosa del combinado local, terminaba con un remate sensacional con la pierna mala de la insignia donostiarra Oyarzabal para igualar la contienda. Tras este gol el Mallorca se hundió en labores defensivas y la Real comenzaba a solamente atacar, tanto con centros como con disparos lejanos. El Mallorca no podía casi ni respirar y solo conseguía acercarse al área local mediante resbalones rivales y el dominio local seguía palpable. Ambos técnicos no agotaban sustituciones por si acaso el partido acababa en una prorroga y el descuento decidió que el partido necesitaba unos 30 minutos adicionales para decantar al finalista.
Prórroga
Tanto Mallorca como Real Sociedad no querían que el esfuerzo de 90 minutos se esfumara por errores, así que la prórroga se tiñó de un color de guerra. Solo cinco minutos después del arranque la polémica se instauraba en el Reale y, el Var necesitaba entrar para determinar un posible gol fantasma de Tierney. Tras unos minutos de revisión, la sala Var determinaba que el encuentro continuaba con empate y la contienda seguía por todo lo alto. Ambos equipos no querían forzar ninguna carencia defensiva propia y así el partido llegaba al descanso del tiempo extra.
El segundo tiempo mostraba el buen físico de ambos equipos tras tantos minutos pero las defensas, impuestas sobre los ataques parecían mandar si nadie lo remediaba el partido a los penaltis.
Penaltis
La tanda comenzaba con el lanzamiento errado de Oyarzabal. Muriqi anotaba, al igual que Turrientes, Morlanes, Olasagasti, Mascarell, Zubimendi, Radonjic y Becker. El último disparo lo ejecutaría Darder en busca de la final soñada, con un disparo que acabó dentro de la portería y mandaba al Mallorca a la final copera tras 21 años de ausencia.
Jefe de sección de la Real Sociedad en Agente Libre
Jefe de sección del R.C.D Mallorca en Agente Libre
Director y Locutor del podcast Delegado de Campo