El conjunto alemán recibe a los blancos en medio de una dinámica irregular de resultados. Sin embargo, su estilo ofensivo y atrevido puede causar problemas a la mermada defensa del Real Madrid
RB Leipzig y Real Madrid se verán las caras en la Champions por segundo año consecutivo. El curso pasado cruzaron en la fase de grupos, donde ambos equipos lograron una victoria. Esta ocasión es diferente, ya que el pase a los cuartos de final de la competición está en juego. Los de Carlo Ancelotti llegan con la vitola de favoritos, como es habitual en estas instancias de la Champions League. Sin embargo, el Leipzig tiene argumentos para dar batalla en la eliminatoria. El estilo ofensivo del cuadro dirigido por Marco Rose casa con algunas debilidades de los merengues.
Una propuesta vertical
El Leipzig es un equipo que reúne las características del fútbol alemán: verticalidad y presión alta. La propuesta de Marco Rose parte de un 4-4-2 que cuenta con ciertos matices. En fase ofensiva el equipo se despliega en un 4-2-2-2, con los jugadores de banda ubicándose en los pasillos centrales, a espaldas de los centro campistas rivales. En este curso esa función ha recaído sobre Xavi Simons, Forsberg, Baumgartner y Dani Olmo, titular cuando ha estado sano. Sesko y Openda ocupan las posiciones de delantero, siendo el belga el más móvil de los dos.
A pesar de ser peligrosos en transición, el RB Leipzig sabe manejar el balón con criterio. Sus posesiones tienen la intención de progresar de forma vertical, llevando el peso de las jugadas por el costado zurdo. En la sala de máquinas están Schlager y Kampl, dos jugadores con buen trato de pelota y dinámicos. El austriaco destaca por su despliegue físico y capacidad para robar en campo contrario. Es una pareja complementaria.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la presión alta. En este sentido, Toni Kroos se antoja decisivo para iniciar las jugadas merengues. El 8 del Real Madrid tendrá que apoyarse en Camavinga para dar salida al equipo. Sin los descensos y giros de Bellingham, los de Ancelotti recurrirán a Brahim para realizar esa función. El Leipzig no duda en ir a buscar a sus rivales y morder para contragolpear con velocidad.
Simons y los media puntas
El juego entre líneas que propone el Leipzig y el intercambio posicional que realizan sus jugadores puede ser una tónica repetida durante el partido. Teniendo en cuenta que Nacho no pasa por un buen momento, los movimientos de los Dani Olmo, Simons y Openda pueden poner en dificultades a la zaga blanca. Los jugadores de medio campo del Real Madrid necesitarán estar atentos en los saltos a la presión para no dejar desprotegido el bloque.
Simons es una de las piezas clave del engranaje. El media punta neerlandés fluye en el sector izquierdo del sistema y es el dinamizador de los ataques. También está siendo importante de cara a gol por su sensibilidad en el último pase y un gran golpeo de balón. 7 goles y 9 asistencias en todas las competiciones convierten a Simons en una de las amenazas principales para el Real Madrid.
Sesko y Openda, hombres gol
El Leipzig cuenta con dos puntas que se entienden a la perfección. Loïs Openda y Benjamin Sesko, ambos fichados esta temporada, han producido 33 goles para el conjunto alemán. El delantero belga es el atacante más en forma de los toros. Su velocidad al espacio y gran olfato de gol son sus principales atributos. Al igual que Sesko, que ha dejado detalles del jugador que puede llegar a ser: potencia en la arrancada, buen juego asociativo y voracidad en el área. Al contragolpe se han mostrado letales, especialmente Openda.
Los de Marco Rose cargan el área con bastante gente. Simons y Olmo llegan desde segunda línea con la intención de capitalizar los centros laterales. El Leipzig cuenta con especialistas en los laterales como Henrichs y Raum. Estos adoptan posiciones altas en el campo en bastantes situaciones, por lo que los centrales madridistas tendrán trabajo en ese departamento. Por contra, los alemanes son frágiles atrás y pueden ser castigados por Vinicius, Rodrygo y Brahim, imparables a la hora de salir en tromba.
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