Tablas en el Etihad Stadium

En un partido vibrante, en el cual la victoria se la pudo haber llevado cualquiera, Manchester City y Tottenham se reparten los puntos

Apasionante, impredecible, caótico. Así se espera un partido de esta talla entre ciytzens y londinenses, y el de esta tarde no fue una excepción. El encuentro no pudo tener mejor comienzo para el equipo visitante, con un tempranero gol de Min Son en el minuto 6. Tras un córner mal ejecutado por los locales, los dirigidos por Postecoglou supieron ejecutar a la perfección una contra que les permitió ponerse arriba en el marcador. No obstante, esta alegría solamente les duraría 3 minutos.

En una alta lateral a favor del Manchester, en la que Julián Álvarez colgó un centro medido, vendría la pesadilla del surcoreano, que tras poner en ventaja a su equipo, metería el balón en propia puerta para igualar el partido. A partir de aquí, la película de siempre. Dominio absoluto de los dirigidos por Guardiola, que supieron materializar la superioridad en el minuto 21, con un gol de Foden asistido por «La Araña», con el que luego haremos un inciso. Esta dinámica se mantuvo hasta el pitido final de la primera parte, donde el cuadro local no daba chance a su oponente.

El pitido del colegiado daba inicio a la segunda parte, la cual parecía una continuación de la primera, con un dominio local aplastante. Pero todo esto cambió a partir del minuto 69, tras un zurdazo impecable de Lo Celso para igualar el partido, imprimiéndole así acento argentino al encuentro. Tanto el banquillo local como el visitante realizaron algún cambio, surgiendo más efecto en los cityzens. Así pues, después de una maravillosa jugada, en la que Haaland y Grealish parecían haberse intercambiado las tornas, el noruego asistió al inglés para poner a su equipo con ventaja de nuevo. Tras este mazazo, lejos de venirse abajo, el Tottenham no reculó y fue a buscar el empate. No lo conseguiría hasta el suspiro final del partido, cuando Kulusevski impregnaría un cabezazo contra la red, demostrando el nivel de estos encuentros.

Por último, no me quiero despedir sin recalcar el trabajo de Julián Álvarez. Los números del «pibe» de Calchín al descanso, demostraban su importancia actual en el equipo. 1 asistencia, 1 remate al palo, 31 toques y 6 pases claves. Un jugador que, de manera incansable y silenciosa, supo ganarse un puesto en el 11 titular del mejor equipo de Europa. Partido tras partido enseña sus credenciales, y demuestra la rentabilidad y el porqué de su fichaje desde tierras bonaerenses.

 

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