Barça-Atlético: Las puntuaciones

El Barça se llevó el triunfo en Montjuïc ante un Atlético desdibujado, que sólo se encontró a sí mismo en una oleada final en la que mostró más agallas que virtudes. La victoria llegó gracias a un gran gol de Joâo Félix, que se reivindicó ante sus fantasmas, en una noche en la que los culés desaprovecharon casi todo el futbol que generaron, que no fue poco. Mucho se había hablado del menino en la previa pero durante el encuentro serían los de Xavi quienes llevarían la voz cantante. Y Joâo cogería el megáfono con fuerza.

 

Iñaki Peña (9,5): Milagroso. Hizo todo bien. No sólo empezó la jugada del gol, saliendo con criterio desde atrás, también socorrió al equipo cuando el Atlético tuvo sus momentos de lucidez. Salvó dos puntos en una falta ejecutada magistralmente por Memphis y se hizo gigante en el último mano a mano con Correa.

J. Koundé (8,5): Vitamínico. Fue uno de los mejores partidos del galo en este curso. Estuvo siempre atento a las incursiones que entraban por su lado, contundente, rápido y preciso. Además inyectó energía en la salido por el ala diestra.

Araújo (9): Mastodóntico. Estuvo imperial en la defensa del eje y socorrió a Koundé y Christensen cuando sus flancos se vieron amenazados. Volvió a estar impecable por arriba y fue una pesadilla para Griezmann y Morata. Es el alma de este equipo y lo demuestra con brío en cada encuentro.

Christensen (6): Acompañante. Su actuación fue más que correcta, y eso que aterrizó en el once en paracaídas, por la lesión de última hora de Íñigo Martínez. Aún así, estuvo dubitativo en algunas acciones y en otras dejó en claro porque no ha empezado esta temporada tan bien como la pasada.

Cancelo (6): Responsable. Protegió su lado con la inteligencia como principal recurso y fue cuidadoso a la hora de prodigarse en ataque. No brilló como en otras ocasiones pero tampoco la ocasión lo requería. Su conexión con el otro Joâo fue una de las notas más positivas de la noche y se consolida absolutamente como titular.

F. De Jong (7): Carismático. El equipo le ha echado mucho en falta mientras ha estado ausente. Da la sensación que hace un poquito mejor a todos. Tuvo personalidad en los momentos críticos del partido, sobretodo en el aspecto defensivo, donde estuvo atento y aguerrido. Agarró el balón haciendo de escudero de Pedri cuanto el Atlético se fue arriba a por todas y contribuyó con su despliegue a que el equipo tuviera más control.

Gündogan (8): Mancuniano. Recordó al Gündogan Skyblue por primera vez desde que llegó, mostrando su dimensión real. Hizo un partido redondo de principio a fin, recuperando balones y aglutinando el juego a su alrededor. El equipo le encontró siempre como una vía de escape y actuó de apoyo en la transición y en la presión.

Pedri (8,5): Luminoso. Su partido hubiera sido legendario si hubiera tenido un poco más de vigor en el remate. Exhibió la serenidad y la magia a la altura de su mejor versión y expandió su influencia por todos los rincones del verde. Escondió el balón a Koke y De Paul, fue el lubricante ideal en el medio y abrió caminos de cara al gol.

Joâo Félix (8): Vengador. Completó su venganza particular para con el Atlético de Simeone con una picadita digna de los mejores “10”. Todavía no sabemos si es un jugador preparado para intervenir durante largas fases del juego o para ser decisivo en el funcionamiento colectivo pero sus destellos siguen valiendo oro. Y ahora sabemos que enrabietado es mucho mejor jugador.

Lewandowski (6): Torpe. Sigue negado de cara a gol. A veces un punto atropellado y otras demasiado lento. Su sabiduría futbolística no se puede discutir y volverá a encontrar la regularidad en el remate tarde o temprano pero su momento deja un regusto tenebroso en el aficionado.

Raphinha (8): Incisivo. Sólo le faltó celebrar. Siempre se ofreció y atacó la profundidad con puntualidad y acierto. Fue insistente en la presión hasta la extenuación y tuvo éxito a menudo. Sigue buscando la delicadeza en el remate final y la madera volvió a negarle el gol pero su valor en el engranaje colectivo está fuera de toda duda.

L. Yamal (6): Canino. Sus colmillos son de leche pero están afilados. Bregó en los minutos finales y ganó balones importantes que estiraron la posesión del equipo. Mordió bien en la presión y se ganó la oportunidad de lanzar algún contragolpe donde podría haber encontrado premio con un poco más de acierto.

Ferran Torres (4): Agresivo. Tuvo tiempo de tirar un par de desmarques que no fructificaron y estuvo faltón, hasta el punto que se ganó la amarilla nada más salir.

Fermín (6): Como suele, se agrandó en la presión y estuvo atento para socorrer las fugas de agua que aparecieron al final.

 

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