El 1 de junio Inglaterra se convirtió en el centro del planeta fútbol, a las 21:00 de la noche las miradas de personas de todos los rincones del mundo se concentraban en «la casa del fútbol», Wembley.
Como era de esperar ambos conjuntos saltaron de inicio con todas sus armas. Marco Reus, una de las figuras más icónicas de este deporte, tendría que esperar su oportunidad desde el banquillo.
El arranque comenzó de manera accidentada con la invasión de campo de varios aficionados y la lenta reacción de la seguridad del estadio. Los primeros compases fueron de una intensidad altísima sin establecerse ninguno de los dos equipos como dominador claro.
La primera ocasión de peligro llegó de los pies de Julian Brandt en una buena internada en el área, el futbolista alemán logró sacar un disparo sin demasiada potencia que acabó marchándose escorado. Con el paso de los minutos el Madrid comenzó a monopolizar el balón, pero tan solo sería un espejismo.
Adeyemi aprovechó un desajuste defensivo para plantarse totalmente solo frente a la meta de Thibaut Courtois, el joven futbolista logró recortar al guardameta, pero cuando ya estaba prácticamente cantando el gol Carvajal apareció como una exhalación y envió la pelota a córner.
Cuando el Madrid aún estaba reponiéndose de la vida extra concedida Füllkrug logró hacerse con un balón peligrosísimo dentro del área, pero la madera evitó el gol de los hombres de Edin Terzic.
El Madrid conseguía volver a pisar área rival, pero el Borussia aprovecharía la distancia a la espalda de los blancos para, con una transición vertiginosa, volver a poner en serios apuros al meta Belga. El conjunto español dio un paso atrás para tratar de cortar la hemorragia alemana.
Vinicius vio la primera tarjeta del partido tras una presión donde Gregor Kobel tiró de picardía y simuló una patada.
Schlotterbeck se condicionó con una tarjeta amarilla tras protestar una falta inexistente sobre Vinicius, poco después Sabitzer se uniría a la lista de amonestados tras reclamar otra decisión al linier.
DESCANSO
Al inicio de la segunda mitad, entre el humo espeso de las bengalas del Borussia, Toni Kroos sacó un latigazo a la escuadra derecha de Gregor Kobel que apunto estuvo de estrenar el marcador. Carvajal, primero tras un córner y luego tras un gran centro lateral logró amenazar la meta alemana.
El partido, a diferencia de la primera parte, comenzó a ser de tú a tú, las llegadas del Borussia siguieron sucediéndose aunque de manera mucho menos clara que en la primera mitad. Courtois, una vez más, le cerró las puertas del gol a Füllkrug tras un gran remate.
Carvajal tendría su tercera ocasión en el partido, pero esta vez no perdonaría, pese a su 1,73 de estatura el lateral se elevó al cielo de Wembley y remató a la red un envío medido de Toni Kroos. Instantes después con el Borussia en K.O técnico Bellingham estaría a punto de sentenciar la final, pero acabó echándola fuera.
El conjunto blanco comenzó a crecer exponencialmente en el encuentro y, primero Kroos y después Camavinga obligaron a Kobel a sacar su mejor versión. Nacho, en una acción similar a la del gol estuvo a punto de coronarse, pero una gran estirada de Kobel alargó la agonía.
Una pérdida catastrófica de Maatsen condenó al Borussia, Vinicius a pase de Bellingham mandó a guardar la pelota y sentenció al Borussia.
Füllkrug tuvo la oportunidad de meter al conjunto alemán en la final, marcó el gol que recortaba distancias, pero el linier levantó la bandera anulando el tanto. El Madrid tiró de tablas y durmió el partido consiguiendo hacer historia y levantar la decimoquinta.
Director de Agente Libre.
«La pelota no se mancha».