Los Wolves nunca dejaron de soñar

Un gol tempranero del Tottenham dejó a los de O’Neil en una situación muy complicada para el resto del partido. Sin embargo, sus pupilos siempre creyeron y lucharon por el objetivo. Al final la suerte se puso de su lado: 2-1 en el descuento.

En el fútbol, como en la vida, nunca hay que dejar de soñar. Se dice que hay que luchar por tus sueños hasta el final, inculso cuando las cosas no nos vienen de cara o cuando la suerte no está de nuestro lado. Este ejercicio de resistencia lo llevó a la perfección los Wolves de Gary O’Neil consiguiendo una victoria en el descuento cuando ya nadie creía en ellos.

Gary O’Neil presentó una alineación más que reconocible, con la única sorpresa de Bellegarde en la mediapunta. El Tottenham llegaba al Molineux bajo mínimos. Sin 3 de sus 4 defensas titulares y sin Maddison, uno de sus jugadores más diferenciales, obligaban a Postecoglou a inventarse un 11 sin piezas claves.

Primera parte

El inicio del partido ya marcó el guión. Pase, pase, pase y verticalidad. Juntar para sorprender. Un básico del fútbol de posición que los de Postecoglou practican, y muy bien. En el minuto 3, el Tottenham juntó una buena secuencia de pases en la banda izquierda pero Sarr decidió que era momento de cambiar. Con algo de fortuna, encontró a Kulusevski en el otro frente, este hizo lo que mejor se le da: encarar. Sin embargo, apareció Pedro Porro, para quien el sueco sirvió de tacón. El español cedió un balón al área donde Brennan Jonhson atacó el primer palo y así anotar su primer gol con el equipo londinense.

Brendan Johnson anotando su primer gol con el Tottenham (@SpursOfficial en X)
Brennan Johnson anotando su primer gol con el Tottenham (@SpursOfficial en X)

Este fue el plan inicial de partido, un Tottenham que llevase la inciativa y los Wolves, agazapados, se lanzasen al robo y transición cuando el rival fallase. Algo que todos podíamos esperar pero que, sin Maddison, no estaba siendo todo lo fluído que debería. Ahí encontraron los pupilos de O’Neil su baza para la transición. Buscaron robar por dentro e internarse por bandas. Así llegaron sus mejores ocasiones, Aït Nouri por la izquierda y Lemina por la derecha lo intentaron pero Vicario desbarató ambas ocasiones. Los Wolves, con el paso de los minutos, fueron ganando presencia en el partido y capaces de imponer su ley en ataque, teniendo las opciones más claras con un gran Aït Nouri. Los Wolves empezaron a crear peligro y amenazar el área de los londinenses, consiguiendo muchas opciones con envíos al área en faltas laterales y córners.

Y así se llegó al descanso, con los Wolves rondando, cada vez más, el área rival mientras que los Spurs daba la sensación de que necesitaban ya el descanso. Un reflejo de esta impotencia fueron los constantes enfados de Postecoglou con su equipo.

Segunda parte

Los mismos 22 jugadores que iniciaron el encuentro lo hicieron tras el descanso. Y el partido también siguió como estaba. En el 46, los Wolves ya tuvieron la primera ocasión con un disparo de Bellegarde, uno de los más destacados, que se fue arriba. Pocos minutos más tarde, con una gran salida de Toti Gomes, consiguió transitar con Aït Nouri. En el lateral del área encontró a Cunha que, con un gran movimiento, disparó fuera cuando tenía a Bellegarde solo a su derecha. Aun así el asedio continuaba, los Spurs no conseguían igualar el ritmo y la intensidad de los locales. En la salida de un córner embarullado le cayó a Joao Gomes un balón en la frontal, su disparo fue rechazado y cayó en los pies de Hee Chan. El surcoreano en boca de gol ante Vicario no fue capaz de acertar con su disparo y lo envió fuera.

El peso del partido cayó en los locales y siguieron amenazando el área visitante. Los de O’Neil conseguían encontra a sus carrileros y crear jugadas en ataque posicional. La característica presión de los londinenses no estaba surgiendo efecto, lo cual le creaba muchos problemas en las transiciones. Lo único positivo para ellos estaba siendo la falta de acierto del Wolverhampton. Cada vez más el partido pasó a ser un acoso y derribo.

Bellegarde y Johnson pelando por un balón (@Wolves en X)

Postecoglou decidió hacer la primera sustitución para intentar recuperar la pelota. Betancur entró por Sarr en el minuto 63.  O’Neil lo replicó, en el 65 dio entrada a Doherty (ex Tottenham) por Nelson Semedo para buscar seguir atacando el lateral derecho.

La primera oportunidad de peligro visitante fue en el 72. En tres toques se plantaron el campo contrario pero el remate de Johnson se marchó fuera. Tras esta ocasión, O’Neil decidió hacer un cambio ofensivo introduciendo a Kalajdžić en lugar de Bellegarde, delantero por mediocentro. Más madera al fuego. La respuesta de Postecoglou fue similar, dando entrada a Lo Celso y Bryan Gil por Johnson y Bissouma. Los cambios surgieron efecto y los Spurs dieron un paso adelante. Conseguían saltar la primera presión local y acercarse al área contraria mientras que los Wolves empezaron a bajar prestaciones.

(@Wolves en X)

 

En el 79, la falta de acierto de los locales se hizo notar. Cunha encontró la profundidad de Lemina. Este quiso pasar para que Doherty la empujase al fondo de la red. Sin embargo, en el último suspiro, la defensa visitante consiguió desbaratar la ocasión.

Los Wolves volvieron a disponer de otra ocasión en el 84, Kalajdžić remató solo un centro lateral enviado desde la izquierda pero su remate se marchó muy desviado. O’Neil hizo dos sustituciones para intentar conseguir el gol que le diese el empate. Sarabia y Doyle entraron en sustitución de Aït Nouri y Joao Gomes. Minutos más tarde, en una imprecisión local, Betancur consiguió recuperar y ceder para Son, el disparo del surcoreano fue rechazado por la defensa. Ese rechace cayó en los pies de Kulusevski, cedió para Lo Celso pero José Sá lo sacó de la escuadra.

Lo mejor estaba por venir. En el 90, los Wolves pusieron en marcha el juego rapidamente desde un saque de banda, Hee Chan dejó para Cunha que con un toque sutil sirvió para Sarabia. El español, que acababa de entrar, enfundó, disparó y acertó sin que el balón tocase el suelo. El Molineux estalló consiguiendo el gol del empate en los minutos finales del encuentro. Pero el partido no estaba acabado. En el 97, en la última jugada, Doyle puso rápido el balón en juego tras una falta, encontró a Sarabia que cedió un excelso balón a Lemina. El gabonés, solo ante Vicario, consiguió definir cruzado y anotar el 2-1 definitivo.

El Molineux vivió una jornada épica consiguiendo una victoria en el descuento. Un 2-1 que coloca a los locales 12o  y deja al Tottenham 2o , a expensas de lo que hagan sus perseguidores, cosechando su segunda derrota consecutiva.

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