Un Real Valladolid tremendamente eficaz vapulea a un Huesca que mereció más pero que se encontró con la falta de gol. Los pucelanos vuelven a ganar tras más de un mes sin sumar de 3 en su mejor partido de la temporada
El Alcoraz recibía a un Real Valladolid en horas bajas y por ello los oscenses estaban ilusionados con poder cosechar una nueva victoria con la que escalar en la tabla. Pero el Pucela fue sólido en defensa y cuando parecía sufrir, sorprendía con una efectividad de cara a gol que no habíamos visto hasta la fecha. Y de un plumazo cuando los pucelano estaban en su peor momento de la temporada se inventaron el mejor partido de la temporada.
El Real Valladolid castiga la falta de gol oscense
Salía mejor el Huesca que ante su gente quería castigar a un Real Valladolid que venía tras más de un mes sin ganar. Y a balón parado apunto estuvieron de adelantarse, pero el balón se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador. Los oscenses parecían cerca de un gol que paradójicamente acabarían logrando los vallisoletanos. Latasa se zafaba de sus defensores y la abría a banda para un Chuki que recortaba y la ponía en la base del palo. Un tiro incontestable imposible para un Dani Jiménez que solo pudo lamentarse al ver la bola entrar.
Tras el gol reaccionaban pronto los locales, pero era un espejismo y el equipo dirigido por Almada se afianzaba en el campo. Pero el Huesca volvía a la carga y Guilherme un día más tenía que salvar al Pucela. Kortajarena ponía un centro medido para un Ángel Pérez que estaba muy solo y obligó al meta luso a intervenir. Y tras un inicio loco de partido, se tranquilizaba todo y las defensas se imponían. Tras un impase de clama, el Huesca volvía a la carga y en una contra Peter Federico se plantaba solo frente a Dani Jiménez y ahí el dominicano no perdonaba.
El Pucela juega con la ilusión oscense
La segunda mitad comenzaba con una revolución de Jon Pérez Bolo que buscaba la machada. Y tuvieron sus ocasiones, pero los visitantes estaban on fire y con una efectividad jamás vista ponían el tercero. Biuk se marchaba por la banda y levantaba la cabeza poniéndole el balón en bandeja para Peter Federico que volvía a ver puerta. Era uno de los mejores partidos de la temporada del Pucela y en apenas una hora el partido estaba prácticamente acabado.
Los de Almada le daban la posesión al Huesca, sabedores de que atrás estaban cómodos. Pero el Huesca buscaba como fuera meterse en la pelea por los puntos. Y Portillo cerca estuvo pero de nuevo apareció Guilherme. Pero el que si lo conseguía era Ntamack en una jugada a balón parado. Parecía que los locales se metían en el partido, pero nuevamente golpeaba el Pucela y Amath ponía el definitivo 1-4. Menudo partidazo se sacaron los blanquivioletas para disipar las dudas.
Artículo redactado por Mario Casado
Soy un joven estudiante de periodismo, apasionado por el fútbol y el Real Valladolid.
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