El capitán del Athletic se encuentra muy lejos del nivel que ha demostrado las campañas anteriores y no parece que vaya a cambiar dentro de poco.
Iñaki no está pasando por su mejor arranque de temporada; se le nota fuera y está muy lejos del nivel que tiene. Algo que parece no importarle demasiado a Ernesto Valverde, que sigue teniendo una fe ciega en él. En lo que llevamos de temporada, Iñaki ha jugado la gran mayoría de minutos: concretamente, 594 minutos de 630 posibles en 7 partidos, saliendo en todos ellos como titular.
Uno de los motivos a los que se puede llegar a achacar este bajón de rendimiento puede ser la falta de Óscar de Marcos, compañero con el que compartió banda durante 10 años y con el que demostraba una gran química con esas internadas por dentro que hacía De Marcos en ataque, lo cual liberaba a Iñaki para explotar la banda con algo más de libertad. En cambio, su compañero de baile ahora mismo en banda es el recién incorporado Jesús Areso, con el cual todavía no ha terminado de afianzar una gran compenetración dentro del campo. Areso es un perfil distinto al de De Marcos: su punto fuerte es su gran despliegue físico y la manera en que ataca la banda rival, aportando en ataque. El problema de este perfil es que, en muchas ocasiones, se solapa con Iñaki al ser jugadores que atacan tanto la banda. El paso del tiempo dirá si acaban consolidándose como una gran banda derecha del Athletic Club.

La edad empieza a pesar
Iñaki Williams siempre se ha caracterizado por ser un jugador explosivo, con gran capacidad de atacar los espacios del rival, y así lo ha demostrado desde que debutó en el primer equipo hace ya 10 años. Lo malo de un jugador de dichas características es que, tarde o temprano, el tiempo pasa para todos y llega un momento en que lo normal es que el cuerpo vaya perdiendo esa explosividad tras ya 478 partidos como rojiblanco. Aun así, no parece que sea Iñaki el único jugador que esté fuera de punto. La temporada pasada, los jugadores del Athletic se caracterizaban por su gran desempeño físico durante todo el partido, haciendo una presión asfixiante para los rivales, pero eso esta temporada ha cambiado y no se ve ese despliegue físico tan característico. Puede deberse al cambio de preparador físico que ha tenido el Athletic.
El mal comienzo de Iñaki no quita que el Athletic esté pasando por una gran crisis de juego, algo que se demostró el día de ayer en San Mamés frente al peor Girona de los últimos años, en donde la grada silbó el mal juego del Athletic, que desde la lesión de Nico Williams no consigue sumar de tres.
¿Algo mental?
No es que se le vea lejos del nivel que todo el mundo sabe que tiene; da la sensación de que, por momentos, está fuera del partido, con la cabeza en otro lado, lamentándose de cada acción que falla. Nadie discute su labor como capitán, en donde siempre se le ve animando a sus compañeros y siendo el referente en el campo, pero, dentro de su faceta personal, parece estar desquiciado y necesita ya hacer un gran encuentro para desbloquearse y empezar a volver a su nivel.
Iñaki Williams es un jugador fundamental para el juego de Ernesto Valverde y, por el bien del equipo y de todos los aficionados, es necesario que vuelva a estar enchufado ante el exigente calendario que tiene el Athletic.

Estudiante de Periodismo/20 años/Bilbao. Redactor en Agente Libre
Esperemos que vuelva ese Iñaki luchador y persistente lo antes posible… hasta que no de la talla no merece esos minutos exagerados