120 minutos de sufrimiento necesitó el Oviedo para certificar su regreso a la primera división 24 años después. El Mirandés cayó en la orilla tras desperdiciar varias ocasiones
El Carlos Tartiere acogía un partido para la historia. Oviedo y Mirandés se jugaban el ascenso en un duelo que prometía emociones fuertes y así fue. Los carbayones llegaban por debajo en la eliminatoria tras caer en Anduva. Oviedo se volcó con su equipo y el Tartiere fue una olla de presión desde el minuto 1 para guiar a su equipo a primera división. El Mirandés se adelantó en el luminoso, pero los ovetenses lo remontaron y tras buscar el empate cayeron en la orilla. En Miranda caían lágrimas de tristeza, mientras Oviedo estallaba de alegría 24 años después.
El Mirandés da un golpe en la mesa y le pone las cosas más difíciles al Oviedo

Salía mejor el Oviedo espoleado por un Carlos Tartiere que alentaba a su equipo en la búsqueda de la remontada que les llevase a primera. Los carbayones presionaban arriba, pero el Mirandés no renunciaba a correr e intentar aumentar su renta. Las ocasiones tardaban en llegar, no así la tensión y los rifirrafes. Apenas había ocasiones en el partido y en la primera clara el Mirandés ponía más tierra de por medio. Los jabatos se atrevían a correr y tras cambiar de lado el balón, Iker Benito ponía un gran centro a Panichelli que metía la cabeza y ponía el 0-1. ¡Vaya jugadón!
Tras el gol, el Oviedo quedaba grogui, mientras que el Mirandés seguía igual. Los castellanoleoneses defendían muy bien, ahogando las salidas de balón ovetenses, obligándoles al balón largo. El Oviedo no estaba cómodo, pero tras muchos intentos lograban su primera ocasión. Gran jugada de Fede Viñas que metía el balón atrás para un Colombatto que lograba dar dirección al remate. Los carbayones se venían arriba y encerraban al Mirandés que aguantaba cómodo en defensa.
Cazorla empata el encuentro y reaccionan los jabatos
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Los locales embotellaban al Mirandés con gran cantidad de centros laterales y saques de esquina. Sin embargo apenas generaban peligro, hasta que un remate de David Costas se topaba con el brazo de Alberto Reina. Cazorla era el encargado de chutar desde los 11 metros y con mucha sangre fría transformaba la pena máxima. Comenzaba un nuevo partido con 65 minutos por delante.
¿Pensabais que el Mirandés se iba a venir abajo? Pues todo lo contrario, se lanzó al ataque y encontró una falta peligrosísima. Urko Izeta lanzaba a puerta, obligando a intervenir a Aaron Escandell. Los jabatos querían respirar tras ver reducida su renta y se fueron para arriba. Y de nuevo tenía que aparecer Escandell para detener un tiro potente de Panichelli que iba a gol.
El Oviedo remonta el partido

Los ovetenses volvían del descanso con las ideas claras, mover el balón y buscar el gol aunque sin volverse locos. Hassam se sacaba un gran disparo desde fuera que acababa estrellándose en un defensor que caía en el área. Era la primera ocasión de la segunda parte, y en el rechace Rahim se la puso para que Ilyas Chaira rematase a puerta. El balón se colaba en la portería y el Carlos Tartiere estallaba en júbilo, tras ver empatada la eliminatoria.
Los jabatos obligan a sufrir al Carlos Tartiere

Ahora era el Mirandés quien necesitaba un gol para no caer en la orilla y no bajaba los brazos. A balón parado, Urko Izeta remataba solo pero su remate no cogía puerta. Los jabatos querían más y embotellaban en su campo al Oviedo. Lejos de venirse abajo se iban arriba los jabatos y poco a poco se acercaban al gol. Pero el arrebato de furia se contenía y Oviedo respiraba con más tranquilidad.
Tras un breve descanso, los de Lisci metían una marcha más en la búsqueda de ese gol que evitase la prórroga. Los centros laterales era la principal arma y apunto estuvo Panichelli de poner el 2-2. Sin embargo, Aaron Escandell apareció y sacó una mano que puede valer un ascenso. A la contra lo intentaban los carbayones, y Alemao pudo cerrar la eliminatoria. Los jabatos lo intentaban, pero el Oviedo estaba cómodo y sin más goles se llegaba a la prórroga.
30 minutos agónicos para decidir el ascenso y el Tartiere es una fiesta

Nada estaba decidido y la prórroga sería la encargada de determinar al 20º equipo de la primera división. La primera mitad comenzaba sin modificar mucho el guión con el que finalizaron los 90 minutos. Panichelli volvía a imponerse por arriba, pero su remate no lograba ir entre los 3 palos. Las ocasiones eran escasas en los primeros 15 minutos y la más clara la tuvo el Oviedo que no lograba cerrar el ascenso. Y a la tercera que tenían para matarlo Portillo ponía el 3-1. Los de Lisci caían físicamente y el Oviedo lo aprovechaba para sellar su triunfo.
El Mirandés recibía el tercer gol carballón como un jarro de agua fría. Los minutos finales se llenaron de tensión y Eguiluz y David Costas acabaron expulsados. Los visitantes se quedaron a las puertas del ascenso en una temporada histórica; en el campo no ganaron, pero se ganó nuestros corazones. Oviedo era una fiesta a esperas de que el pitido final certificara lo que ya venían celebrando. Con el tiempo acabado la alegría desbordó el Tartiere, a la vez que las lágrimas de felicidad rebosaban en las caras de muchos jugadores y oviedistas.
Artículo redactado por Mario Casado

Soy un joven estudiante de periodismo, apasionado por el fútbol y el Real Valladolid.