Jesús Gil, en el jacuzzi del programa "Las noches de tal y tal". Fuente: EL PAÍS.
Atlético de Madrid Historias "Agente Libre"

Jesús Gil: el presidente más polémico del fútbol español

30 de diciembre de 2024
Samuel Llorente
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El Atlético de Madrid visitará al Marbella en Copa del Rey tras el parón navideño, el enfrentamiento guarda un vínculo entre el club colchonero y la ciudad malagueña reflejado en la figura de Jesús Gil

El próximo enfrentamiento entre el Atlético de Madrid y el Marbella en la Copa del Rey trae consigo un eco del pasado, un reflejo de épocas de cambio y turbulencia que marcaron la historia rojiblanca. Este choque invita a recordar el legado de una de las figuras más controvertidas del fútbol español: Jesús Gil.

Jesús Gil
Jesús Gil. Fuente: Car and Driver.

¿Quién fue Jesús Gil?

Jesús Gil y Gil (1933-2004) fue una de las figuras más controvertidas y mediáticas de la España contemporánea. Empresario, político y dirigente deportivo, su vida estuvo marcada por una constante mezcla de éxitos, escándalos y decisiones audaces que lo convirtieron en un personaje polarizador.

Nació en el Burgo de Osma (Soria), lugar donde el equipo rojiblanco disputa todos los veranos un memorial ante el CD Numancia de Soria, comenzó su andadura empresarial en el sector inmobiliario. En los años 60, fundó la urbanización Los Ángeles de San Rafael (Segovia), un ambicioso proyecto turístico-residencial que se convirtió en el epicentro de un trágico escándalo. En 1969, el derrumbe de un comedor dentro de la urbanización causó 58 muertes, un suceso que llevó a Gil a ser condenado a prisión por negligencia. Sin embargo, su condena fue conmutada gracias a un indulto del régimen franquista, un hecho que marcó el inicio de su ascenso mediático y empresarial.

Llegada al Atlético de Madrid

En 1987, Gil se convirtió en presidente del Atlético de Madrid tras ganar las elecciones con una plataforma basada en la promesa de devolver al club a la élite del fútbol español.

Desde su llegada, Jesús Gil prometió revolucionar el club. En su primer año como presidente, no dudó en invertir grandes sumas en fichajes, apostando por jugadores de renombre internacional como Paulo Futre, quien se convirtió en el estandarte del proyecto. Gil también implementó una filosofía de «todo o nada» que se reflejó en decisiones tan ambiciosas como arriesgadas.

Esta estrategia dio sus frutos en algunos momentos, como el inolvidable doblete de Liga y Copa en la temporada 1995-96, logrado bajo la dirección técnica de Radomir Antić. Este éxito fue celebrado como el mayor logro del club en décadas y consolidó la figura de Gil como un líder capaz de devolver al Atlético a la élite del fútbol español.

Jesús Gil, presidente del Atlético y alcalde de Marbella, entrega a Futre la copa del trofeo Ibérico 1991
Jesús Gil, presidente del Atlético y alcalde de Marbella, entrega a Futre la copa del trofeo Ibérico 1991. Fuente: ABC.

Sin embargo, la era de Jesús Gil estuvo lejos de ser un camino recto hacia el éxito. Su estilo de gestión autoritario y su tendencia a interferir en las decisiones deportivas generaron conflictos constantes. Durante su mandato, el Atlético llegó a cambiar de entrenador más de 20 veces, lo que creó un ambiente de inestabilidad que afectó al rendimiento del equipo en numerosas ocasiones. Además, las decisiones financieras de Gil, que a menudo priorizaban fichajes mediáticos sobre la sostenibilidad económica, llevaron al club a una situación de endeudamiento crónico.

El descenso a Segunda, el punto más crítico de su gestión

El descenso del Atlético de Madrid en el año 2000 fue uno de los episodios más traumáticos en la historia del club y marcó el punto más bajo de la gestión de Jesús Gil como presidente. La caída a Segunda División no solo fue un fracaso deportivo, sino también el reflejo de una gestión que había priorizado los fichajes mediáticos, la falta de estabilidad en el banquillo y una estructura interna plagada de problemas.

El descenso fue el resultado de varias temporadas de inestabilidad, tanto dentro como fuera del campo. En la temporada 1999-2000, el equipo no logró encontrar un rendimiento consistente. A pesar de contar con jugadores talentosos, como Jimmy Floyd Hasselbaink y Kiko, la plantilla carecía de cohesión, en parte debido a los constantes cambios de entrenador. En esa temporada, el Atlético de Madrid pasó por hasta tres técnicos distintos, incluyendo a Claudio Ranieri y Radomir Antić, quienes no lograron enderezar el rumbo del equipo. Esta inestabilidad en el banquillo reflejaba la política impulsiva de Jesús Gil, quien tenía una relación tensa con los entrenadores y una tendencia a interferir en las decisiones deportivas.

A nivel institucional, el club sufría graves problemas financieros. Las deudas acumuladas por fichajes costosos y la falta de una planificación económica sólida pusieron al Atlético en una situación precaria. Esta combinación de factores condujo al equipo a una campaña desastrosa, que culminó con el descenso a Segunda División al finalizar la temporada. El impacto fue devastador para la afición rojiblanca, acostumbrada a ver a su equipo compitiendo en la élite del fútbol español.

Hasselbaink y Kiko, desolados tras producirse el descenso del Atlético.
Hasselbaink y Kiko, desolados tras producirse el descenso del Atlético. Fuente: El Correo.

Las polémicas de Gil

Además de la catástrofe de los Ángeles de San Rafael, el presidente dejó numerosas situaciones cargadas de controversia y polémica al mando del club rojiblanco. En 1990 llamó a un árbitro maricón y pedófilo: «Es un maricón. Sé de muy buena tinta que después de quedar nosotros eliminados de la Copa de la UEFA a ese colegiado le buscaron los italianos un niño rubio de ojos azules». En 1992 convirtió al club a sociedad anónima deportiva mediante un proceso en el cual él, su hijo Miguel Ángel y Enrique Cerezo se hicieron con el 95% de las acciones sin desembolsar dinero.

La Fiscalía Anticorrupción denunciaría el caso, lo que se convertiría en el llamado «caso Atlético». A pesar de que la Audiencia Nacional consideró probados los delitos de los dirigentes y la apropiación indebida de las acciones del club, que llevó al club a estar intervenido por la justicia hasta 2004, el Tribunal Supremo de España falló definitivamente que las sentencias previas quedaban sin efecto al haber prescrito los delitos en el momento del inicio del proceso años atrás.

En ese momento también decidió cerrar las categorías inferiores, excepto el Madrileño (actual Atleti B) que militaba en 2ªB. Esto provocó la salida de jóvenes promesas debieron buscar nuevo equipo, el más destacado de todos ellos fue Raúl González Blanco, que con su salida forzada del Atlético acabó en el Real Madrid, donde se convirtió en uno de sus más célebres capitanes.

En 1996 le propinó un puñetazo en la cara al gerente del Compostela, José González Fidalgo, tras una discusión entre Gil, Fidalgo y Caneda, presidente del club gallego. Este momento es uno de los más recordados de su trayectoria. El año siguiente, el Atleti se enfrentó al Ajax en cuartos de final de la Champions. Tras el encuentro Gil declaró: «el Ajax parecía el Congo y que salían negros de todas partes como si fuera una máquina de churros». Esas declaraciones racistas no sentaron nada bien en Holanda y acapararon los diarios neerlandeses.

Jesús Gil lanza un puñetazo en dirección a Caneda, en marzo de 1996.
Jesús Gil lanzando un puñetazo a Fidalgo tras discutir con él y con Caneda (derecha). Fuente: El Mundo.

Alcalde de Marbella

En mayo de 1991, su partido, el Grupo Independiente Liberal (GIL) ganó las elecciones por mayoría absoluta y el empresario se convirtió en alcalde de la localidad malagueña. Ese mismo verano llegó a presentar el programa Las noches de tal y tal en Telecinco, donde el empresario soriano aparecía en un jacuzzi rodeado de mujeres en bikini. Fue alcalde durante 11 años, hasta 2002. Durante esos años el patrocinador principal del Atleti fue Marbella, dejando camisetas icónicas del club rojiblanco. 

Utilizó su plataforma política para impulsar proyectos urbanísticos que prometían modernizar la ciudad, aunque a menudo estuvieron rodeados de acusaciones de corrupción y mala gestión. Llegó a ingresar 3 veces en prisión por casos de corrupción donde llegó a transferir dinero del municipio malagueño a las arcas del Atlético de Madrid o a las suyas propias. 

A pesar de las críticas, su populismo y su capacidad para conectar con ciertos sectores de la población le aseguraron un apoyo considerable, convirtiéndolo en una figura icónica de la política local.

Un legado controvertido

Jesús Gil falleció en 2004, dejando un legado complejo. Para muchos, fue un visionario que transformó el Atlético de Madrid y modernizó Marbella; para otros, un dirigente que dejó tras de sí una estela de caos y polémicas. Su figura sigue siendo objeto de debate, un símbolo de las luces y sombras de una España en transformación.

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