El Zamora tiene una noche buena antes de Navidad

Los de Juan Sabas se dan un festín ante el Arenteiro antes del parón navideño

Entre villancicos y polvorones el Zamora Club de Fútbol recibía a uno de los equipos más en forma del bronce español, el C..D Arenteiro. Las butacas del estadio Ruta de la Plata iban llenándose, los seguidores rojiblancos, enfundados en sus mejores abrigos tan solo dejaban sin cubrir sus ojos dispuestos a presenciar el choque de la jornada 18 de la Primera Real Federación.

Con ambos equipos sobre el verde muchos asistentes tuvieron una extraña sensación de déjà vu, y no era para menos, puesto que hace apenas una temporada estos dos conjuntos se vieron las caras, pero en una categoría inferior en aquella ocasión.

Desde los primeros instantes el Arenteiro demostró que no ocupaba la parte alta de la clasificación por casualidad. Los orensanos tomaron la batuta desde el principio del encuentro tratando de arrinconar al Zamora en campo propio.

El Zamora logró repeler uno de los envíos largos de los visitantes y armar una ocasión de peligro, Roni en un intento de remate muy poco ortodoxo desbarató la gran acción rojiblanca. Acto seguido los locales volvieron a inquietar la meta rival y apunto estuvieron de estrenar el electrónico.

El ritmo frenético y las ocasiones serían un mero espejismo, poco a poco el juego comenzó a ralentizarse y el choque comenzó a parecerse más a aquello que hace no tanto ambos clubes dejaban por por los estadios de 2ªRFEF.

La primera parte siguió su curso sin apenas incidencias reseñables más allá de una rigurosa amarilla a Guille Macho por una falta intrascendente en el centro del campo. Sin pena ni gloria los 22 futbolistas y los 3 colegiados enfilaron el camino al túnel de vestuarios sabedores de que todo quedaba por resolverse en la segunda mitad del encuentro.

DESCANSO

Al comienzo de la segunda mitad Roni despertó del letargo, se revolvió en el área como solo los ‘9’ saben hacer y cedió a Kike una pelota franca que el de San Lucar de Barrameda no fue capaz de embocar.

Antes de llegar a la hora de encuentro el Zamora se encontró con un córner, los de Juan Sabas volvieron a demostrar porque son un equipo letal en las acciones de «ABP» y Carlos Gutiérrez envió al fondo de la red la acción. Tras el gol el partido fue caldeándose hasta que, fruto de la impotencia, Tarsi soltó el brazo sin intención alguna de disputar el balón y vio la tarjeta amarilla.

Roni culminó su espectacular segunda parte forzando un penalti tras una acción en la que logró escabullirse de la marca en una baldosa. Kike Márquez culminó el trabajo iniciado por Roni y amplió distancias en el marcador con una definición impecable desde los 11 metros.

El Arenteiro entregó las armas y comenzó a dejarse llevar, lo cual está más que castigado en una categoría tan exigente como la primera federación.

Los grandes magos siempre tienen reservado un truco más, Roni no iba a ser menos, filtró un pase medido a la espalda de la defensa rival para que Joel Priego hiciese lo que mejor se le da, llevar la pelota pegada al pie y definir con la calma y la maestría de quien es consciente de sus capacidades.

En los minutos que restaban los futbolistas zamoranos sufrieron las hostilidades de quien va por detrás en el marcador y no tiene atisbos de revertir la situación. El colegiado quiso frenar la sangría en forma de faltas del Arenteiro y Adrián Cruz tuvo que enfilar el camino a las duchas antes de lo previsto.

Kike estuvo a punto de redondear la fiesta, pero Diego García sacó una manopla excepcional para evitarlo.

Óscar González Turiño

Director de Agente Libre. 

«La pelota no se mancha».