Tras once meses de lesión el canterano blaugrana se vestirá de corto nuevamente después de obtener el alta del cuerpo médico de la entidad catalana
19 de Noviembre, día 0
La complicada travesía de Gavi comenzó en el parón de selecciones de Noviembre. En un encuentro en el que España recibía a Georgia en Valladolid, una acción fatídica dejaba al mediocentro en el dique seco. En una acción aislada alrededor del minuto 25 el sevillano apoyó mal su rodilla derecha, resultando en una rotura completa del ligamento anterior de dicha rodilla.
A pesar de negarse en un primer instante a retirarse del encuentro, la dura realidad de la lesión ganó al ímpetu del canterano culé. Gavi se marchaba entre lágrimas, anticipando lo que confirmaría horas después el primer análisis, el jugador se perdía el resto de la temporada. Tras pasar por la sala de operaciones, comenzaría un tratamiento de recuperación que se extendería hasta prácticamente el inicio de este presente curso.
Enfrentamiento club-selección
Nada más conocerse la situación del jugador, el entorno culé atizó la decisión del seleccionador español. En un partido de aparente escasa trascendencia, la titularidad de Gavi molestó al club, especialmente a raíz de la grave lesión del mediocampista azulgrana. De la Fuente se justificó en base al factor de la suerte, lamentando la baja del jugador, pero rechazó la idea de acarrear con la culpa.
A raíz de la lesión la propia FIFA intervino para compensar al club catalán. Un estudio analizó las posibles consecuencias para la plantilla a causa de tener que prescindir del jugador andaluz. La máxima autoridad del fútbol mundial determinó una compensación económica para el Barcelona, que acabó ascendiendo a unos 6 millones de euros.
Una ausencia comprometedora
Para el momento de la lesión de Gavi, el jugador ya resultaba imprescindible en el sistema azulgrana. Xavi , en aquel momento entrenador del club de la Ciudad Condal, tuvo que readaptar el equipo a causa de la ausencia de Gavi. El dinamismo, la explosividad e intensidad del andaluz dejaba un vació en la medular catalana, que se vio comprometida especialmente en el ida y vuelta de partidos como la visita del Villareal o la vuelta contra el PSG.
Una recuperación lenta
A recomendación del club, el proceso de recuperación de Gavi fue pausada y metódica. En una situación económica complicada, con pocos efectivos y con Pedri en constante recaída, la necesidad de ser precavidos con Gavi era fundamental. Casos en el pasado del club como Samuel Umtiti o Ansu Fati dejaron en claro que el Barcelona tenía que optar por la línea más conservadora.
Además de tener en cuenta la propia naturaleza de la lesión, las características del jugador influyeron en ella. Gavi, que se caracteriza principalmente por los duelos defensivos y por las altas pulsaciones, tuvo que darle un giro de 360 grados a su forma de afrontar el día a día. El factor gimnasio y el apoyo psicológico del entorno han resultado claves en su recuperación.
Vuelta sosegada
A pesar de estar disponible para la siguiente convacatoria contra el Sevilla todo apunta a la calma. Tanto el club como Flick han dejado entre ver que a pesar de su disponibilidad, Gavi debe de incorporarse poco a poco a la dinámica del equipo, no solo por la falta de minutos sino por una posible recaída.
El entrenador teutón ya parece haber ideado un plan de actuación para el jugador de los Palacios. Gavi tendrá minutos contra el Sevilla si el encuentro da pie a ello, pero seguramente no participe en las dos pruebas de fuego de la última semana de octubre, frente al Bayern y el Real Madrid. El encuentro de Champions y el Clásico conllevarán duelos de alta intensidad que pueden perjudicar al canterano más que beneficiar al propio equipo.
Sergio De la Cruz Ermakof, estudiante del grado de periodismo en la Universitat de València