El portero de los «Gironins» fue el héroe en Montilivi con tres intervenciones espectaculares desde los onces metros
Athletic y Girona abrieron la jornada de Domingo en Montilivi. Ambos equipos dejaron sobre el césped una actuación magnífica que se decidió en el tiempo de descuento mediante el gol de Stuani desde el punto de penalti.
El Athletic consigue la recompensa del gol
El encuentro empezó con mucho respeto por parte de los dos equipos. Ambos bien posicionados en el terreno de juego, no generaron ninguna ocasión de peligro durante los primeros 15 minutos.
A partir de este momento, el partido comenzaba a animarse. El Athletic llegaba con más peligro debido a que supo aprovechar los errores en salida de balón de los «gironins», no terminaba el Girona de encontrar a Yangel y a Iván Martín, por lo que, provocó que el Athletic generara ocasiones que suponían un susto en el cuerpo para Gazzaniga.
La primera ocasión clara llegó de este modo, balón que a punto estuvo de aprovechar Berenguer, pero que se marchó alto, sin embargo, ya era el primer aviso de lo que se venía a continuación.
El conjunto de Ernesto Valverde comenzaría a encontrar a Sancet, jugador peligrosísimo en las últimas tres cuartas partes del campo. Tanto Herrera, como De Galarreta lo buscarían para que con su conducción de balón ensanchara el campo en busca de Berenguer e Iñaki, el peligro no dejaba de cesar si Sancet cogía la pelota.
Entonces, llegó el minuto 27… el balón llegó a los pies de Berenguer que en la banda derecha trató de sortear a dos de los cuatro defensas del Girona, consiguiéndolo exitosamente. Sin embargo, Arnau cometería pena máxima al dejar «colgada» su pierna, impactando en Berenguer, que al notar el contacto se vino abajo.
El árbitro de campo no señaló nada, pero recibió la llamada del Var y tras revisarlo en la pantalla, señaló el punto de penalti. Berenguer sería el encargado de lanzar desde los once metros, pero con un tiro flojo y raso hacia la izquierda del portero, Gazzaniga conseguiría detenerlo.
La parada de Gazzaniga, provocó euforia en los jugadores y en la afición «gironés», por lo que, se apreció un cambio en el juego del equipo, llegando con más peligro a la portería de Padilla. Esto no duró mucho ya que el Athletic calmaría el partido jugando sin generar mucho arriba.
Pero en el minuto 39, la sorpresa caería en la ciudad de Girona, y es el gol de Asprilla. Vino después de un error defensivo grave de los jugadores del Athletic, que dieron por hecho un fuera de juego que no se señaló y que no era. El gol subió al marcador y supuso un mazazo tremendo para los «leones».
Aunque, apenas dos minutos después, tras una buena jugada colectiva por parte del Athletic, Berenguer pondría un balón preciso para que llegara a las botas de Sancet, que tras su desmarque de ruptura, conseguiría el gol del empate antes de terminar el primer tiempo.
El media punta culminaría una gran primera parte con ese gol, sin embargo, no llegó a terminarla debido a que el propio jugador notó molestias, siendo cambiado antes de terminar los primeros 45 minutos.
Gazzaniga, el héroe de los «gironins»
Comenzaba una segunda parte con mucho movimiento por parte de los dos equipos.
El Athletic salía al campo sin el mejor jugador de la primera parte de su equipo, Ohian Sancet, por lo que tuvieron serios problemas para crear ocasiones de peligro durante muchas facetas del partido.
Por otro lado, el Girona, saltaba al terreno de juego como en la primera parte, aguantando y saliendo a la contra en cuanto podía.
Debido a las sensaciones que dejaban ambos equipos al principio, el Athletic conseguía producir algo de peligro, y le ayudó para ocasionar otro penalti.
Se producía en el minuto 55, tras una mala decisión de Danjuma que trató de despejar la pelota de su área, pero que acabó originando penalti sobre Iñaki Williams.
Durante esta acción, se produjo una de las mayores exhibiciones de un portero. El penalti lo tiraría Iñaki Williams, autor de provocar la pena máxima. Quiso aventajar a su equipo en el marcador, sin embargo, chutaría el penalti de manera estrepitosa, parando de manera sencilla Gazzaniga.
Sin embargo, el Var llamaría de nuevo al árbitro de campo debido a que Gazzaniga no tenía los pies en la línea de su portería. El penalti se acabaría repitiendo, y esta vez, iba Ander Herrera a chutar desde los onces metros. Pero, otra vez Gazzaniga, de manera providencial, acabaría deteniendo el tercer penalti de la tarde hasta el momento.
A partir de estas grandes intervenciones del portero del Girona, tanto la afición como los jugadores se iban creciendo.
El peligro que generaba el Girona asustaba al conjunto de Ernesto Valverde, tanto Asprilla como Bryan Gil, eran como un puñal que no dejaba de hacer daño a la defensa bilbaína.
Padilla tuvo que sostener a su equipo, lo consiguió hasta los últimos minutos. Una serie de paradas, desesperaban al conjunto de Míchel, Montilivi gritaba cada acción que parecía gol pero que Padilla no permitía que entrara.
El partido fue un auténtico vendaval para los visitantes, que terminaron cediendo en el tiempo de descuento. El Girona obtuvo su premio en el minuto 96. Penalti de Paredes sobre Krejci por un agarrón que tuvo que ver (otra vez) el árbitro por el monitor del Var.
Pulido Santana acabaría señalando de nuevo, pena máxima y esta vez Stuani no fallaría, consiguiendo el gol del victoria sobre la bocina.
El Athletic recibe un golpe durísimo, debido a sus fallos desde los onces metros. Terminaron cediendo la victoria a un equipo que se creció a medida que avanzaba el encuentro.
Estudiante de 2 de periodismo // redactor de agente libre // FCOM US