Exhibición de pegada del Leverkusen

La Xabineta destroza al Feyenoord por la vía rápida en la primera parte con un doblete de Florian Wirtz y un truco de ilusionista de Boniface. Los locales sucumbieron ante la efectividad de los germanos, que sentenciaron el choque al contraataque

Noche plácida para el Bayer Leverkusen en Róterdam para inaugurar la Champions League. Los pupilos de Xabi Alonso desnudaron al Feyenoord en menos de 45 minutos en una demostración de pegada marca de la casa. Florian Wirtz abrió el camino en la primera que tuvo y Boniface dejó la jugada de la semana en el segundo gol. Antes del descanso el alemán y Grimaldo cerraron la goleada ante un cuadro local superado por la situación.

Wirtz es un jugador trampa

Bien poco duraron los rugidos de los aficionados neerlandeses que llenaban De Kuip. Lo que parecía un inicio pujante de sus jugadores se transformó en un silencio atronador a los cinco minutos. Andrich acudió optimista a la presión y le sirvió el balón al de siempre, al número 10. Como de costumbre, hizo pagar los errores al rival con una determinación pasmosa. Enfiló la portería y sin pensarlo la puso abajo, donde le duele a los porteros. Florian Wirtz ya había dejado su huella en el partido mientras que algunos seguían acomodándose en sus asientos.

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Wirtz celebra su primer gol. Fuente: Bayer 04 Leverkusen

La réplica local no se hizo esperar. Empotraron al Leverkusen contra su portería y le metieron el susto en el cuerpo con un gol de Zerrouki. Sin embargo, el centrocampista marroquí estaba en fuera de juego antes de remachar el balón en el corazón del área. Pese al bajón inicial, el Feyenoord siguió con el plan establecido. Los mediapuntas impedían progresar a los germanos por dentro y cuando jugaban con Hradecky se echaban encima. La presión surtió efecto ante un Leverkusen dubitativo y tosco con pelota.

El ilusionista Boniface

Sin embargo, el conjunto local pecó de inocente y abrió la puerta a los de Xabi Alonso, que comenzaron a martillear a la zaga neerlandesa al contragolpe. A la media hora llegó la jugada de la semana, con Boniface como protagonista. Se zafó de dos contrarios y, cuando parecía que se le había cerrado la persiana, sacó un as de una baraja infinita. Un truco de magia y equilibrismo, en el que sirvió a Frimpong el balón con la izquierda mientras amagaba con la diestra. Mientras la defensa del Feyenoord asimilaba la acción, Grimaldo ya puesto tierra de por medio en el marcador. 

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El pase de Boniface previo al segundo gol. Fuente: Bayer 04 Leverkusen

Y sin tiempo para digerir el segundo tanto, Frimpong volvió a rajar a los de Brian Priske con un contraataque de manual culminado por Wirtz. El Feyenoord había quedado a merced del Leverkusen, que activó el rodillo cuando logró descifrar la presión de los locales. El cuarto y último gol de la noche fue anecdótico. Una muestra del quiero y no puedo que había sido el equipo de Róterdam en el primer acto. Tapsoba cabeceó en el segundo palo un balón sin peligro, pero Wellenreuther se lo introdujo en su propia portería al atajarlo.

La segunda parte fue testimonial, sin grandes ocasiones para un Leverkusen que había hecho los deberes sin despeinarse. Tuvo tiempo Alonso para rotar a su equipo y dar descanso a sus mejores hombres. Mientras, el Feyenoord trató de maquillar el resultado ante su gente con más ganas que acierto. Tampoco valió un gol de Ueda, que cayó en fuera de juego en la jugada anterior. Están obligados los neerlandeses a sumar ante el Girona para no quedar descolgados, mientras que la Xabineta recibirá al Milan en dos semanas en un duelo igualado.

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