El equipo asturiano y su afición están a un paso de terminar un largo viaje de más de dos décadas hacia la Primera División.
Hoy, el Real Oviedo juega el partido más importante en la historia reciente del club. Tras 23 años de ausencia en la Primera División, el equipo asturiano tiene la oportunidad de regresar a la élite del fútbol español. Este encuentro no solo significa una posible promoción, sino la culminación de un viaje lleno de obstáculos, sacrificios y una pasión inquebrantable por parte de su afición.
La caída al infierno
Todo comenzó en 2001, cuando el equipo entrenado por Radomir Antic descendió a la Segunda División. Una nefasta temporada en la división de plata propició un nuevo descenso a Segunda B. La caída no había terminado, la falta de acuerdo entre jugadores y directiva por el impago de deudas provocó un descenso administrativo. En el verano de 2003 el Real Oviedo estaba en Tercera División. Todo parecía el final de un club histórico del fútbol español, incluso el Ayuntamiento de la ciudad promulgó la refundación del club a partir de otro preexistente, el Astur C.F. Se modificó su nombre a Oviedo A.C.F. y en la capital de Asturias aparecieron de repente dos referentes futbolísticos.
La resiliencia de la afición
En un ejercicio de lealtad y romanticismo, la afición del Real Oviedo apostó por el club de siempre, por su escudo, por la camiseta que habían vestido los grandes jugadores de la historia del club. La pésima situación económica no iba a ser una excusa para apartarlo de sus vidas. Miles de seguidores se movilizaron para salvar al club comprando acciones, este hecho provocó que se viesen unos pequeños destellos de luz al final del túnel.
El ascenso a Segunda División y la lucha por volver a Primera
Durante doce largos años, el Real Oviedo luchó en las categorías más bajas. En 2015, el equipo logró ascender a Segunda División tras vencer al Cádiz en aquel épico play off que disputaron los dos conjuntos. La victoria en el antiguo Ramón de Carranza supuso la vuelta al fútbol profesional del Real Oviedo. Desde entonces, el conjunto oviedista ha estado cerca de meterse en varios play offs de ascenso, pero siempre faltó algo que diese ese último empujón. Este año parece que sí se ha dado, es la primera vez que el Oviedo está en un play off de ascenso desde que ascendió en 2015, además, se encuentra en la final con un gol de ventaja conseguido en el partido de ida.
Los protagonistas
Todo pasa por ellos, los jugadores. Este tipo de partidos se viven muy pocas veces en la vida, y es normal que las emociones y los sentimientos estén a flor de piel por todo lo que engloba este encuentro, pero son los jugadores y el cuerpo técnico los que nos han llevado hasta aquí. Con el regreso de Santi Cazorla al equipo de su vida, todo parecía que este año iba a ser diferente, pero no lo fue hasta la llegada de Luis Carrión. Desde entonces el equipo empezó a ser otro, mucho más vistoso e identificativo para la gente. El nuevo mister cambió la mentalidad del equipo y de su afición, todos se lo empezaron a creer. La temporada fue muy larga y hubo malos momentos, pero el equipo siempre respondió y dio la cara en todo momento. Como recompensa de este trabajo, se consiguió el acceso al play off en la última jornada y, desde ese momento, la ciudad, equipo y afición están viviendo momentos que no olvidaran nunca.
Una esperanza renacida
El Real Oviedo ha demostrado una capacidad de resiliencia y lucha que es digna de admiración. Pase lo que pase en el partido, el club y su afición ya han demostrado que, juntos, son capaces de superar cualquier adversidad. El ascenso seria la recompensa a años de esfuerzo y sacrificio, y una nueva página en la historia gloriosa del Real Oviedo.
Estudiante de Filología Hispánica y Comunicación. Redactor en Agente Libre