Los taronjas vencieron por primera vez en la temporada al Real Madrid en un partido marcado por la polémica arbitral
La Fonteta de Sant Lluís acogía en la noche de hoy el último partido de competición regular de la Liga Endesa para Valencia Basket como local. Enfrente, todo un miura: el Real Madrid. En los cuatro encuentros en los que se han visto las caras estos equipos esta temporada, en ningún caso la victoria se la ha llevado Valencia Basket. Por ello, el reto ante sí era mayúsculo para los valencianos. Para tratar de empujarles estuvo su afición, que disfrutaron de una fan zone previa al partido y llenaron las gradas del pabellón para tratar de llevar en volandas a los suyos.
Valencia Basket se jugaba mucho en el día de hoy. A falta de dos jornadas, los entrenados por Xavi Albert tenían opciones de quedar clasificados desde el tercer puesto hasta el octavo. Nada estaba asegurado, sólo el playoff. Quedar entre los cuatro primeros le permitiría gozar de factor cancha en la primera ronda de playoffs, mientras que quedar del 5º al 8º le haría perder el mismo. Tras la victoria ante Joventut de Badalona la semana pasada, el elenco presidido por Juan Roig afrontaba el partido de hoy con optimismo. Un optimismo que ha sido prolongado durante esta semana con el anuncio de la renovación de Semi Ojeleye, jugador clave en su esquema táctico.
Por su parte, el Real Madrid llegaba al encuentro en un excelente momento de forma. Tras encadenar ocho victorias seguidas, el club blanco tenía en sus manos quedar como primero en la liga regular española. Por ello, la victoria hoy era urgente para no perder ese liderato en la Liga Endesa. Además, está ya en la Final Four de la Euroliga, con amplias probabilidades de llevarse el torneo. Claramente, los de Chus Mateo acarreaban hoy con el papel de favoritos.
Primer cuarto: 28-27
La primera canasta del partido fue obra del Real Madrid y la anotó Yabusele bajo el aro en una jugada rápida de los blancos. Los visitantes salieron entonados y a los primeros 90 segundos de partido el marcador iba 0-6. Valencia Basket anotó sus primeros puntos por medio de Chris Jones, que encestó un triple y, acto seguido, una buena bandeja tras un rectificado. En los primeros minutos de encuentro, el público se mostró reticente a las decisiones arbitrales, especialmente tras un campo atrás de los merengues que el colegiado no apreció como tal. De hecho, se escucharon cánticos irónicos de «así, así, así gana el Madrid».
Tras el arreón visitante inicial, Valencia Basket aguantó el tipo y consiguió empatar el electrónico a la mitad del primer cuarto. Tras dos tiros libres de Alpha Kaba, el encuentro se puso 10-10. El Madrid estaba errático desde el tiro de tres y a los locales sí que les entraban. De hecho, los valencianos cerraron el primer cuarto con un 4/4 en triples. Así, un triple de Chris Jones puso por delante a los de Xavi Albert. Posteriormente, un mate de Anderson desató la locura. Con el 15-10, Chus Mateo pidió su primer tiempo muerto. Valencia Basket estaba defendiendo bien, pero las individuales de Llull (11 puntos en el primer cuarto) mantenían al Madrid en el partido. De esta manera, el primer cuarto acababa 28-27 a favor de los taronjas.
Segundo cuarto: 47-49
El segundo envite comenzó como el primero: con canasta de dos puntos para el Real Madrid. También seguía igual que los blancos no estaban acertados desde el perímetro exterior. De hecho, el dato a 7:50 de que acabara el segundo cuarto era de 5/12 triples encestados por parte de los blancos. Esta faceta era compensada por el juego interior blanco, que con gigantes como Tavares o Poirier, sacaba partido en la pintura.
A falta de algo más de cinco minutos para el descanso, Xavi Albert pidió tiempo muerto. El Madrid trataba de poner una marcha más y el técnico taronja trató de frenar la ofensiva visitante. En ese momento, el marcador era de 34-37 para el conjunto madrileño. El tiempo muerto dio sus frutos y Ojeleye anotó desde el tiro exterior para empatar de nuevo el electrónico y levantar el aplauso de todo el graderío. De nuevo, la afición se encendió en una penetración de Jorge Pradilla. El español encaraba aro cuando Poirier le enganchó con su brazo y le hizo caer. En efecto, la falta fue penalizada como antideportiva.
Los de Chus Mateo pisaban el acelerador, pero Valencia Basket no desistía. Movían la pelota de lado a lado, estaban jugando realmente bien y estaban teniendo suerte de cara al aro. En el tramo final del cuarto, los triples le entraron al Madrid: Hezonja y Llull anotaron seguidamente desde la línea de tres. Sonaba la bocina y, por consiguiente, el encuentro se iba al descanso con un Valencia Basket 47-49 Real Madrid.
Tercer cuarto: 75-72
El tercer cuarto comenzó con dos triples fallados por parte del Real Madrid y otro anotado por Valencia Basket gracias a Justin Anderson. Con esos tres puntos, el americano, de la misma manera que Ojeleye y Chris Jones, alcanzaba en el tercer cuarto los dos dígitos en cuanto a puntuación. Valencia Basket había salido entonado y consiguió sumar su mayor parcial gracias a un triple de Ojeleye, que puso el marcador en 59-53 para los locales.
Sin embargo, poco le duró la alegría a los locales. El Madrid se puso las pilas y, con ocho puntos seguidos, puso el marcador en 61-59. La afición local volvió a protestar duramente cuando los árbitros señalaron una falta sobre Tavares que ellos veían como pasos del caboverdiano. Poco efecto causó esa decisión en el encuentro ya que el pívot madridista no fue capaz de anotar ninguno de sus dos tiros libres. El partido era un intercambio de golpes y de alternancias en el marcador. Un triple de Jovic y un tiro característico de Inglis a media distancia volvía a poner el marcador 68-65 para Valencia Basket.
El Madrid lo empataba con un triple de Musa y los taronjas desempataban con otro triple, en este caso de Josep Puerto. Sin duda, el choque estaba siendo un festival anotador. Ambos equipos se estaban exigiendo mucho el uno al otro. Valencia Basket acabó el tercer cuarto mejor que lo empezó y su afición se lo reconoció cuando éste acabó. A su término, el electrónico era favorable a los locales por 75-72.
Último cuarto: 99-93
El último cuarto comenzó con una canasta de dos de Dzanan Musa. Tocaba arrebato blanco para conseguir la remontada. Cierto era que la distancia era corta, sólo tres puntos, pero Valencia Basket y su afición no lo iban a poner sencillo. Los primeros puntos de los taronjas en el cuarto cuarto llegaron tarde (a falta de 7:28 para el final) pero supusieron un alivio. Ojeleye anotó un 2+1 que acrecentaba la renta de los valencianos a cuatro puntos sobre los madrileños.
Posteriormente, Gaby Deck caía en el parquet y las asistencias médicas del Real Madrid entraban rápidamente a la pista para atenderle. Sus expresiones no invitaban al optimismo y ,finalmente, el argentino se retiró llorando y siendo ovacionado por el público. A falta de algo más de cinco minutos, Justin Anderson hacía enloquecer a la Fonteta con un triple. Sin embargo, el colegiado señaló falta del escolta estadounidense sobre Rudy Fernández. La decisión, más que abroncada por los presentes, terminó en dos tiros libres para los visitantes.
Faltaban cinco minutos y cada rincón del pabellón retumbaba. La gente estaba más que metida en el partido y los jugadores lo notaban. Justin Anderson estaba desatado y Chus Mateo tuvo que pedir tiempo muerto. De nuevo, el «5» taronja anotó un triple estratosférico e hizo saltar a la afición de asiento, que le coreaba «MVP, MVP». La ventaja en el marcador era ahora mayor que nunca. Valencia Basket le sacaba siete puntos al Real Madrid con el 86-79.
El Madrid no iba a rendirse y un triple de Rudy puso al conjunto blanco a cuatro de los valencianos. Yabusele hacía lo propio y anotaba bajo el aro otros dos puntos. Valencia Basket sabía que ahora cada canasta era ganadora. Chris Jones, lejos de poderle la presión, anotó un triple para volver a alejar a los suyos del Madrid a más de una jugada, concretamente a cinco puntos. De nuevo, Yabusele anotaba un mate y volvía a poner al Madrid a dos puntos. A pesar de los esfuerzos madridistas, la locura era irrefrendable en la Fonteta y un triple de Pradilla y otro de Chris Jones encendieron de nuevo al público.
A falta de un minuto, el marcador era de 95-87, algo prácticamente imposible de remontar para los visitantes. El Madrid fallaba dos triples seguidos y Valencia Basket se veía a un paso de la victoria ante el líder. El club blanco lo intentó pero darle la vuelta al partido era ya misión imposible. Más aún con los dos tiros libres que anotó Anderson a falta de 3o segundos. Valencia Basket lo había, Valencia Basket había hecho la machada. La bocina sonó por última vez y la Fonteta estalló de orgullo y jolgorio porque Valencia Basket había ganado al Real Madrid por 99-93.
Estudiante de Periodismo en la Universitat de València.