Merlier sonrie en la volata de Fossano

Tadej Pogacar, vestido de rosa, animó la llegada con un ataque para levantar al público. Los velocistas lo cogieron a 300 metros de meta

Una vez más, el patrón del este Giro, Tadej Pogacar, puso contra las cuerdas a sus rivales. Esta vez los afectados fueron los equipos de los hombres más rápidos, quienes se vieron sorprendidos por el esloveno. El del UAE, vestido de rosa, tensó la cuerda con un cambio de ritmo. El único que mantuvo el pulso fue el veterano corredor de Ineos, Geraint Thomas. El ingles, con una apuesta  valiente, buscó   la aventura con el esloveno. 300 metros fueron los que les separaron de la victoria.

El ganador de la etapa, Tim Merlier, calificó la victoria como la más complicada de su carrera. Ante los micrófonos de la organización recuperaba la respiración: «Ha sido la victoria más dura de mi carrera. Ha sido muy difícil alcanzar a Pogacar y Thomas y después me vi solo». El belga superó a Milan y Girmay en la llegada.

Un aviso antes del ataque

Dos habituales de la cabeza de carrera ponían el picante a la fuga de la jornada. Calmejane y Davide Ballerini se adentraron en la lucha por los puntos de la montaña. La jornada sin más precipitaciones esperaba su resolución en a meta de Fossano, sin embargo, Tadej Pogacar preparaba los cohetes. En el sprint intermedio, volvió a rascar dos segundos a sus perseguidores y aumenta su ventaja hasta los 47 segundos. Las trompetas afinaban sus sonidos y los dientes rechinaban en los integrantes del Pelotón. 

El esloveno, quien se sabe gran favorito, aprovechó el repecho de Fossano y hizo estallar la tensión entre los jefes de equipo. Con la compañía de Geraint Thomas, la volata pendía de un hilo para los hombres rápidos. El desgaste de los equipos de los hombres rápidos  fue fundamental para acabar con la amenaza de la Maglia Rossa.

Tadej Pogacar con la Maglia Rossa en la tercera etapa del Giro de Italia. Fuente: LUCA BETTINI/AFP via Getty Images

Merlier respira en la meta

Con Pogacar reducido en la arena de la playa, los velocistas lanzaban la llegada para levantar los brazos. Los últimos hombres del tren de lanzadores se apartaban y los velocistas pasaban a la acción. Tim Merlier, con un sprint agónico conseguía la victoria y resoplaba, por delante de Milan, quien se quedó a media rueda del belga. Con la misión cumplida, el belga resoplaba con sus compañeros de equipo y calificaba la etapa como la victoria más complicada de su vida. La próxima parada para los velocistas, mañana. El carrera llega a Andora, con una única dificultad montañosa.  El Col di Melogno de tercera categoría.

Tim Merlier en la meta de Fossano. Fuente:LUCA BETTINI/AFP via Getty Images

 

Autor: LUISMI SERRANO

 

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