El exterior de los Houston Rockets está de dulce después del parón por el All-Star y actualmente es el comandante de un equipo que encadena nueve triunfos consecutivos.
El pasado 11 de marzo, durante el partido ante los Sacramento Kings, el pívot de los Houston Rockets, Alperen Sengun, sufrió una lesión en su rodilla tras una mala caída, teniendo que retirarse en silla de ruedas. A pesar de que, finalmente, el daño no fue tan grave como parecía en un principio y el turco podría incorporarse antes de terminar la campaña, los texanos se quedaban sin su estrella a falta de un mes para finalizar la temporada regular y con la lucha por el último billete a los play-offs en juego.
Era el momento para que otro jugador de los Rockets asumiera galones y supliera la sensible baja de Sengun. Fue entonces cuando Jalen Green dio un paso adelante y, hasta el momento, él y Houston encadenan siete partidos sin conocer la derrota y está guiando a su equipo hacia la postemporada cuatro años después de su última aparición. Desde la baja del “28”, Green está siendo el líder indiscutido y está firmando unos números extraordinarios: 30,7 puntos, 7,1 rebotes y 3,4 asistencias. Además, en dos de estos siete duelos, frente a Washington y Utah más concretamente, ha superado la barrera de los 40 puntos.
Irregularidad y muchos fallos, los principales «peros» en la carrera de Green
Estas impresionantes cifras son las que se esperaban del escolta, natural de California, cuando fue seleccionado en la segunda posición del draft en 2021. Y es que, a pesar de su indudable talento anotador, sus dos primeras temporadas en la NBA no fueron nada fáciles. Ya en su primera temporada, en la que solo pudo ganar 20 partidos, no fue capaz de levantar el Rookie del Año, premio para el que era el máximo aspirante y que se quedó en manos de Scottie Barnes. Además, sus malos porcentajes en el tiro y su inconsistencia provocaron las primeras críticas hacia el exterior norteamericano, las cuales se intensificaron la temporada siguiente y el comienzo de esta, donde la irrupción de Sengun como una de las referencias interiores jóvenes del Oeste y las dudas de la franquicia con respecto a su capacidad para liderar un proyecto ganador llevaron a los Rockets a plantearse su traspaso por Mikal Bridges, que se terminó por descartar.
Ahora, equipo y jugador parecen haberse reconciliado y esta racha de victorias, que deja a los de Houston a un solo triunfo de la última plaza de play-in, ocupada por los Warriors, y con un balance positivo de 36 a 35, ha coincidido con el mejor momento de la temprana carrera de Jalen, que solo tiene 22 años. Ahora la duda está en si este inmejorable momento para el escolta californiano podrá prolongarse cuando Alperen Sengun se reincorpore a la dinámica de los texanos, algo que se antoja difícil debido, principalmente, a la diferencia en el estilo de juego que plantea el equipo con y sin el turco. Con Sengun, los Rockets se centran en mantener un ritmo bajo de juego y ser sólidos atrás, lo que les convierte en la cuarta mejor defensa del Oeste. Sin embargo, con la lesión del pívot, la bola se ha quedado en manos de Green y su equipo ha confiado en su creatividad y explosividad de cara al aro, algo que les ha funcionado.
Cuando llegue el momento de elegir como complementar a los dos referentes de Houston, la decisión estará en Ime Udoka, que ya ha comentado que Green es uno de los mayores talentos en ataque que ha podido entrenar. No obstante, ahora, y hasta que se recupere Alperen, Jalen Green será el encargado de dirigir a los Rockets hacia los play-in y quien sabe si también hacia los play-offs de la NBA.
Estudiante de Periodismo en la UVA y amante del baloncesto y el fútbol.