La trituradora de inquilinos

Con la llegada de Victor Fernández el Real Zaragoza aumenta a 18 entrenadores en Segunda División

La trituradora ha vuelto a actuar en la Romareda. El banquillo del Real Zaragoza ha puesto de manifiesto la dificultad de la plaza y la presión de la ciudad. Desde  la llegada de Paco Herrera en el verano de 2013, el banquillo zaragocista ha terminado con  17 entrenadores. El último de ellos, Julio Velázquez, quien ha finiquitado su crédito con la derrota en Valladolid. Victor Fernández llega al Real Zaragoza para aliviar las aguas y dar un giro de guion a la situación.

El cuadro blanquillo continua su periplo en Segunda División, en tierra de nadie. Con la promoción de ascenso en el ostracismo y el descenso a una distancia prudencial, la llegada de Victor debe servir para recuperar la identidad. En su presentación, el de Sanxenxo no ha podido mantener la emoción y ha tenido que abandonar la sala de prensa. Victor afronta su cuarta etapa en el banquillo para cerrar la temporada y afrontar con tranquilidad la próxima temporada. En su anterior etapa rozó el ascenso, además  es de los pocos entrenadores que no han sido despedidos en estas once temporadas y ha completado una temporada.

Víctor Fernández, en rueda de prensa con el  Real Zaragoza. Fuente: EFE

El pozo sin fondo de la Romareda

Desde el descenso en el año 2013, solamente tres entrenadores han conseguido resistir una temporada completa  en el cargo. La trituradora de preparadores, la presión y la gran masa han acabado con entrenadores como Fran Escriba, JIM, Luis Milla o Rubén Baraja. Los datos son esclarecedores y es que Victor y  Nacho González han sido los únicos que han salido sin ser despedidos. La regla general ha sido entrenadores que no han llegado a Navidad y que han compartido banquillo con hasta tres entrenadores. El estancamiento ha sido generalizado y es que el Real Zaragoza, junto con el Tenerife, son los decanos de la categoría.  El reflejo de la situación ha llevado al club a desaparecer de la máxima categoría y convertirse en un habitual de la Segunda División.

Autor: LUISMI SERRANO 

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