El último partido de los cuartos de final acabó con una dura derrota para el equipo de Unicaja de Málaga. En la otra cara de la moneda, Tenerife jugará ante el Barcelona por un puesto en la final.
Balance
En primer lugar, hay que destacar el excelente partido de Tenerife, ha sabido «secar» a un Unicaja que llegaba con la vitola de favorito para este encuentro y que ha dejado mucho que desear, tanto en su juego, como en la defensa (con varios tramos muy mejorables).
Un Unicaja diferente
En este partido, no hemos visto al equipo de Ibón Navarro de siempre, ese conjunto que suma muchos puntos al contrataque y que es muy rocoso en defensa; hoy ha sido todo lo contrario, se ha visto un equipo demasiado ansioso. Ya ocurrió en el partido ante Bonn en la Final Four de la BCL, donde no se hicieron unos buenos cuarenta minutos, aún así, hubo balón para ganar. Precisamente, ese partido se produjo también en Málaga. Tampoco se ha visto a ese equipo coral al que estamos acostumbrados a ver. Hay jugadores que prácticamente no han aportado, uno es Tyson Carter, penoso partido del de Starkville, y quiero hablar de Kendrick Perry, segunda parte desastrosa, incluso, Ibón ha fallado en no sacarlo del parqué antes.
Hay que destacar a Tenerife que a echo un partido espectacular.
No hay mejor maestro que la experiencia
Este es el mejor título para destacar a tres jugadores claves en el encuentro: Marcelinho Huertas, Giorgi Shermadini y Aaron Doornekamp. Los tres, suman una media de edad de 37,3 años y han dado un clínic en la pista. Marce, con sus pases; Shermadini aportando y demostrando que es de los mejores jugadores en el «pick and roll», y Aaron siendo letal en el tiro de tres.
Borrón y cuenta nueva
Tras esta derrota, Unicaja debe hacer borrón y cuenta nueva para este parón y pensar en lo que queda de Liga y BCL. Esto aún no ha acabado.
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