El FC Barcelona visitaba Mendizorroza en la vigésimo tercera jornada liguera con la intención de doblegar la racha del conjunto babazorro, que por su parte esperaba con un lleno hasta la bandera al conjunto catalán dirigido por Xavi Hernández
Contexto
La última vez que se habían enfrentado ambos conjuntos fue esta misma temporada en un partido apretado que se disputó en territorio del Barça. En aquella ocasión, el Alavés se adelantó nada más entrar al césped, a través de un tanto de Samuel Omorodion. Para contrarrestar el tanto del joven delantero babazorro, apareció en el segundo tiempo Robert Lewandowski, que con 2 tantos le dio la victoria a los de Xavi.
Para el inicio de esta jornada, el Barcelona era consciente de la dificultad de su visita. Mientras que el conjunto visitante tenía como antecedente una serie de resultados dispares, el Alavés se presentó al encuentro enrachado con hasta tres victorias consecutivas en La Liga Ea Sports. De este modo rodaría el balón en la ciudad de Vitoria, quedando reflejado un partido no excento de goles y polémica.
Resumen del encuentro
El Alavés entraría enchufado al partido, con las intenciones claras y volcando su juego hacia la banda derecha. Al Barcelona le costó entrar en dinámica, con dos grandes novedades, Pedri tirado hacia la banda izquierda y Christensen como pivote defensivo. En el minuto 22, Robert Lewandowski definiría de vaselina una acción combinada en la que participaron los tres mediocampistas azulgranas. Con un Lamine Yamal sumamente atrevido en la banda derecha, el Barça comenzó a tener más soltura y control del balón.
Con el inicio del segundo tiempo, el conjunto visitante buscaría las cosquillas de la defensa blanquiazul. Tras una ruptura hacia dentro con conducción incluida de Lamine Yamal, Pedri se encontraría con la pelota en la esquina del área, y tras darle la pausa necesaria, colgaría el balón hacia el segundo palo para el remate de Ilkay Gundogan. Sin embargo, la alegría del banquillo culé resultaría efímera, ya que rápidamente con un testerazo Samu Omorodion recortó distancias.
A diferencia de los anteriores partidos, el Barcelona supo mantener la compostura, durmiendo el partido a través de extensas posesiones de balón. Con la entrada de Vitor Roque al terreno de juego, el conjunto catalán se topó de nuevo con el camino del gol gracias al tanto del brasileño. En estado de éxtasis por su segundo tanto en dos encuentros, Roque chocó de frente con un muro inesperado, una expulsión por doble amarilla al minuto 72 del encuentro. A pesar de los tímidos intentos del conjunto dirigido por Luis Gracía, la disputa concluyó con una victoria que acerca al Barcelona a 7 puntos del Real Madrid.
Análisis Táctico
Nada más comenzar el encuentro, el Barcelona planteaba una nueva cuestión táctica para el conjunto local. Siendo el cambio más llamativo respecto a las alineaciones anteriores la inclusión de Christensen como mediocentro defensivo. Dicha incorporación tenía dos claras intenciones, proporcionar una mayor contundencia defensiva al medio del campo culé y forzar una salida de balón más limpia.
Sumado a lo anterior, Xavi apostó por un Pedri más cercano a los tres cuartos de campo. El canario partió como extremo izquierdo en el once inicial, emulando el papel de Andrés Iniesta en el Barcelona de la pasada década. Rápidamente se pudo observar como el tinerfeño optó por una posición más centrada, aunque sin evitar dicha tendencia ofensiva impuesta por Xavi.
En cuanto a Cubarsí y Araujo, existió una consigna evidente, no dejar girar a Samu Omorodion. El joven y corpulento delantero ya fue un rompecabezas para el conjunto catalán en el partido de ida, por lo que los dos centrales adelantaron su posición más de 20 metros en algunos tramos del partido. Dicha premisa resultó sofocante para el delantero español, que pudo superar el marcaje del central uruguayo para anotar el 1-2 en el minut0 51.
Resultado del experimento
Estas particularidades tácticas de Xavi resultaron exitosas. La posición más adelantada de Pedri le permitió desorientar a la defensa babazorra, irrumpir entre líneas y asisitir en el segundo tanto del Barcelona. Christensen, a pesar de la nueva demarcación, supo oxiginar la salida balón y permitió al conjunto azulgrana sufrir menos en las disputas de balón a campo abierto. En cuanto a los centrales, especialmente si se habla de Pau Cubarsí, el marcaje personal constante supo debilitar hasta cierto punto a un enrachado Omorodion, que se deseperó con el joven central catalán, llevándose una tarjeta amarilla por protestar en el primer tiempo de juego.
Por último, se deben resaltar otras cuestiones, especialmente el encuentro de Lamine Yamal. Desatado, vertiginoso y con una toma de decisiones mejor que la de otros partidos, el joven internacional español supo desesperar a un Javi López, que requirió de varias permutas por parte de sus compañeros para frenar a la joya de la Masía. El sabor agridulce lo dejó Vitor Roque, que en apenas 10 minutos fue capaz de anotar su segundo tanto con la casaca culé y posteriormente ser expulsado por una doble amarilla.
Sergio De la Cruz Ermakof, estudiante del grado de periodismo en la Universitat de València