La copa vuelve a Mestalla en una noche con un máximo en la asistencia que deja tan solo 3000 entradas en las taquillas del estadio
Hoy es de esas noches que se pueden definir como “mágicas” y en las que el ambiente transmite ilusión por la Copa. Mestalla se vestirá de gala para albergar los octavos de final entre el Valencia CF y el Celta de Vigo, con la presencia de aficionados valencianistas que aún mantienen la esperanza de conseguir grandes cosas en la competición copera.
Tras disputar dos finales en los últimos 5 años, Sevilla no parece tan lejos. El 25 de Mayo de 2019, año del centenario del club valenciano, el Benito Villamarín presenció la euforia y la felicidad de una afición que llevaba 10 años sin tocar metal y que empezó a soñar que no tenían techo. Tan solo dos años después, Bordalás volvió a llevar al club a la capital sevillana para disputar la final de la Copa del Rey, aunque terminó con una amarga derrota del Valencia CF en la tanda de penaltis.
A Mestalla le gusta la Copa, le provoca recordar los grandes momentos vividos,le hace rugir y sacar esa pasión que tanto les caracteriza. La afición responderá hoy, demostrará el orgullo y el amor por unos colores que sueñan con recorrer los estadios de las grandes noches. El espíritu bronco y copero inundará la capital del Turia para disfrutar del fútbol de los jóvenes jugadores que no tienen límites.
La nostalgia también estará presente con Benítez en el otro banquillo, el nombre de quien está presente en la historia del club, que formó parte de un Valencia campeón, y que guarda en el bolsillo los recuerdos de aquel título de liga y del doblete. Benítez siempre será bienvenido en Mestalla.
Mestalla quiere la copa, y la quiere de verdad. Porque la copa ilusiona a cualquiera. Porque nadie la quiere más que la afición valencianista.
Amante del deporte y apasionada del fútbol.