Las puntuaciones del Osasuna-Barça

El Barça accede a la final de la Supercopa de España mediante una trabajada victoria ante un férreo Osasuna, que nunca bajó los brazos. Los de Xavi atacaron sin ritmo en la primera parte y se terminaron atascando pero en la segunda incrementaron la presión y aprovecharon un resquicio de luz fruto de la conexión Gündogan-Lewandowski para abrir el choque.

Iñaki Peña (8): Sereno. Abortó con gran acierto las llegada más claras de Osasuna. Se mantuvo siempre firme y mostró seguridad cuando el partido lo requirió

Koundé (7): Intenso. Se aplicó en la defensa de su espalda y siempre fue una opción para que el equipo tuviera un ala para desplegarse por su costado. Ganó la línea de fondo en un par de ocasiones y contagió brío a sus compañeros.

Araújo (7,5): Jerarca. Quizás un tanto descentrado por las informaciones de los últimos días, empezó mal. Pese a un par de duelos perdidos con Budimir tiró de orgullo y acabó haciéndose el amo de su zona. Volvió a desplegar su exuberancia física y su pundonor.

Christensen (6,5): Tímido. Fue el mejor en la salida desde atrás en una primera parte en la que el Barça gripaba pero nunca tuvo continuidad y sigue pareciendo mucho más tierno que el año pasado. El Barça necesita su mejora como el agua en el desierto.

Balde (6): Maniatado. Su posición, demasiado avanzada, limitó su concurso y le restó protagonismo, puesto que no pudo desplegar su llegada en velocidad. Estuvo intenso en el cuerpo a cuerpo ante un rival que nunca dejó de intentarlo.

De Jong (7): Creciente. En la primera mitad vino a recibir demasiado atrás, lo que entorpeció la velocidad de circulación del equipo y volvió demasiado previsibles los ataques azulgranas. Se fue haciendo con el partido a medida que Osasuna se desgastaba y terminó rompiendo líneas en conducción e imponiéndose en el centro del campo con su clase.

Gündogan (6): Oportuno. Interpretó mal los espacios y el ritmo que el partido requería en la primera parte y se volvió intranscendente pero no se escondió. Nunca abandonó la auto-exigencia y suyo fue el pase que abrió el camino a la victoria. Cuanto más cerca del área le encuentra el equipo más peligroso es.

S. Roberto (6): Solitario. Atacó los espacios como nadie en el primer tiempo y se movió con inteligencia pero ni Frenkie ni Ilkay buscaron la conexión con él con suficiente convicción. Trabajó en el desgaste del rival pero esta vez no encontró premio.

Ferran (5): Obstruido. Ante un rival bien encerrado atrás no supo encontrar espacios, no estuvo acertado en el remate y sus compañeros no le encontraron nunca. Se movió bien pero sus acciones no tuvieron consecuencias. Tuvo buenas intenciones pero no las pudo concretar.

Lewandowski (5): Ejecutor. Impreciso, descordinado y siempre medio segundo lento. Sigue atravesando un momento tétrico de juego pero esta vez sí supo aprovechar al menos una ocasión. Su gol valió la clasificación a la final pero sigue habiendo demasiadas dudas en su desempeño.

Raphinha (6): Currante. Antes de irse lesionado tuvo tiempo de crear peligro por su banda, de trabajar en la recuperación como suele y de provocar una expulsión que el árbitro obvió. El equipo echará en falta su intensidad en la presión y su trabajo.

Yamal (8): Venenoso. Sólo entrar provocó el desorden en las filas enemigas, estuvo eléctrico y confundió al lateral emparejado con él con descaro. Luego mostró que tiene 16 años y que todavía le cuesta tener continuidad pero siempre eligió bien. Filtró balones peligrosos y conectó con los rematadores. Obtuvo el premio del gol después de muchos días.

Pedri (9): Bailarín. Fue el mejor de largo en los minutos que jugó. Escondió brillantemente el balón al rival, dio oxígeno en la salida y resultó indemne de los barullos que se fue encontrando. En algunos momentos de especial brillantez dio una muestra de todo lo que es capaz de dar si le respetan las lesiones.

Joâo Félix (7,5): Artístico. Salió al campo con el aire de quien pretende reivindicarse sin necesidad de ensuciarse, y lo consiguió. Con el partido roto, incidió por su costado buscando el remate con su perna hábil, generó mucho peligro y sólo un gran Herrera le privó del gol.

 

Christensen pugnando con Budimir// Fuente: laverdad.es

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