El poder de la invisibilidad

Miguel Gutiérrez está brillando de manera especial en este Girona de Míchel. El lateral, o mediocentro, o mediapunta, madrileño es la pieza que hace diferencial a un equipo construido a base de insistencia y tiempo, como aquel que le dieron al técnico vallecano cuando estaba en puestos de descenso a Primera Federación.

Miguel Gutiérrez con el balón. Fuente: Girona FC.

Trayectoria

Comenzó en la cantera del Getafe, fichado del ADYC Pinto, hasta que con 10 años el Real Madrid se fijó en él. Estuvo en La Fábrica hasta hace dos temporadas, cuando el Girona pagó cuatro millones de euros por el 50% de sus derechos. Una operación arriesgada para un jugador que apenas había disputado nueve partidos en Primera División con el Real Madrid, pero que Quique Cárcel (director deportivo del Girona) sabía que no fallaría.

Su primera temporada en Montilivi fue muy buena; participó en 34 de los 38 partidos de LaLiga y en las dos rondas de Copa del Rey en las que el conjunto catalán estuvo clasificado. Anotó dos goles y repartió tres asistencias, pero su gran explosión futbolística ha sido esta temporada. A sus 22 años es uno de los mejores jugadores en España, y en Europa, y una pieza insustituible en el esquema de Míchel.

El poder de la invisibilidad

Míchel ha convertido a Miguel en un futbolista total; un futbolista capaz de cumplir con todas sus obligaciones defensivas, de colocarse junto al mediocentro para sacar el balón, de convertirse en mediapunta para organizar al equipo en ataque, de llegar a línea de fondo y sacar centros prácticamente teledirigidos, de rematar dentro del área como un ‘9’ más o capaz de convertirse en invisible cuando aparece entre el central y el lateral rival.

Barcelona – Girona. Fuente: DAZN.

Esta jugada (2-4 contra el Barcelona) evidencia el desorden y el caos que crea en las defensas cuando se suma al ataque. Ni el lateral ni el central sabe quién es el que tiene que saltar sobre él y, al final, entra siempre libre de marca. Esa habilidad para saber dónde y cuándo aparecer la tienen muy pocos futbolistas, solo los mejores, por eso Miguel es uno de ellos.

La única solución que barajan los entrenadores rivales para frenarlo es hacer un marcaje al hombre, como el famoso que realizó Pablo Maffeo sobre Leo Messi cuando era jugador, precisamente, del Girona. Hasta el momento nadie se ha atrevido a intentarlo, probablemente por la alta movilidad y todo el campo que abarca Miguel, pero quizá sea la única solución para intentar frenarlo.

Futuro

El presente y, sobre todo, el futuro del jugador parece no tener techo. Más pronto que tarde lo veremos en la selección española y jugando Champions League, quién sabe si con el Girona o con el Real Madrid, que posee una opción de recompra de entre 8 y 10 millones de euros.

Miguel Gutiérrez antes de centrar. Fuente: Girona FC.

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