Un tanto del centrocampista en el minuto 80 y un gol anulado por el VAR al Rennes en el último minuto dan al Villarreal el liderato de grupo
El Villarreal fue a Francia con el objetivo de sacar la victoria, el liderato del grupo y lo consiguió. Una tarea que no fue nada fácil a tenor de la intensidad que hubo durante los más de 90 minutos que duró el encuentro y la intervención del VAR en la última jugada. No obstante, el 2-3 obtenido permite a los castellonenses meterse en los octavos de final y ‘olvidarse’ de la Europa League hasta el mes de marzo. Gerard Moreno demostró cuánto es de importante y vita en este equipo cuando está en forma.
Los primeros 45 minutos entre franceses y españoles estuvieron marcados por las faltas, las amarillas y las constantes interrupciones del juego. No se producían muchas ocasiones en los instantes iniciales, pero los hombres de Marcelino trataban de dominar el control de juego a base de la posesión, con Parejo como hombre clave en ella. En esas, en el minuto 35 de partido, Wooh pisó a Baena para que el colegiado, a instancias del VAR, pitara penalti a favor de los groguet. Gerard Moreno no falló desde los once metros y dio ventaja a los suyos, aunque se llevó una amarilla por culpa de ello. Incomprensible. Un festejo que hizo mirando hacia la cámara dedicándoselo a sus hijas, como viendo siendo habitual en LaLiga, pero que el árbitro interpretó como una provocación a la grada local.
No se sabe si por culpa de ello, el Villarreal se durmió con el saque de centro del cuadro galo. Un balón largo a la espalda de Altimira lo recogió Assignon para recortar al defensa y anotar el 1-1 por debajo de las piernas de Reina. En tan solo un par de toques el Rennes había igualado el marcador. Jugada de pizarra del entrenador local, Julien Stephan. En ese momento, el encuentro entró en una vorágine que tanto odian los árbitros: interrupciones, faltas y protestas.
De saque de centro.
Finta, recorte y para dentro: el golazo de Assignon. #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/UskCOuP02c
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Y ya cuando parecía que ya se llegaba al descanso, llegó una de los jugadas más polémicas de la jornada. En una disputa entre Baena y Assignon, el lateral daba un manotazo a la cara al jugador amarillo. El VAR llamó al árbitro turco, Atilla Karaoglan, pero éste, tras revisar la jugada en el monitor, consideró falta del propio Baena. Una decisión incomprensible y que denotaba que al réferi se le había ido el partido de las manos, teniendo en cuenta que además había mostrado seis amarillas en 45 minutos.
El Villarreal se puso el mono de trabajo
El segundo tiempo no podía empezar de peor manera para los ‘groguets’. Foyth se rompía y Terrats entraba en su lugar. Una baja importante para Marcelino con la visita al Real Madrid a la vuelta de la esquina. Tuvo el 1-2 Baena tras recibir un gran pase de Gerard Moreno, pero Mandanda repelía el intento de picada del de Roquetas de Mar. Los visitantes se habían lanzado a por el gol de la victoria e Ilias lo encontró tras una gran internada por la banda derecha con un disparo al segundo palo. No sin ayuda, ya que el golpeo fue desviado mínimamente por Theate.
Ilias que la lías.
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Ante el gol, el Rennes realizó un triple cambio en busca del empate, mientras el Villarreal buscaba la sentencia en alguna contra con Morales y Gerard. Las sustituciones del conjunto francés reactivaron a sus jugadores y encontraron la recompensa en el 77 con un disparo a la cepa del poste de Blas. De nuevo, los galos eran poseedores de la primera plaza. Pero los amarillos aplicaron la medicina que les dio el Rennes en la primera parte ya que en tan solo un minuto Parejo volvía a poner en ventaja a los suyos. El centrocampista combinaba con Baena dentro del área para que el ex del Valencia sacara un gran remate raso ante el que Mandanda no tuvo nada que hacer.
Un final rocambolesco
Restaban diez minutos del enfrentamiento y al Villarreal, como viendo siendo costumbre esta temporada, le cuesta mucho conseguir los puntos. Antes, Gabbia tuvo que abandonar el enfrentamiento en camilla tras haber sufrido un fuerte golpe en la cabeza que le impedió seguir. Esperemos que no sea nada. Llegaba el minuto 100 de encuentro y Enzo Le Fée lanzaba una falta al larguero, el balón le volvía a él y en la continuación de la jugada Assignon parecía convertirse en el héroe local. Al contrario que en el primer tiempo, esta vez el VAR ‘ayudó’ en la revisión de la acción. La norma es clara ya que un futbolista que ejecuta un balón parado no puede volver a tocar una pelota si no hay un toque previo. El VAR había salvado a los de Marcelino y la primera plaza del grupo se marchaba hacia Vila-real.
