Ni blanquinegros ni jabatos estrenan el marcador y firman un muy tímido empate
Ni el Burgos ni el Mirandés consiguen mover el marcador y terminan repartiéndose un punto para cada conjunto. El partido, que estaba programado para este sábado a las 21:00 horas, gozó de un gran ambiente. Han acudido hoy 9948 personas al Estadio Municipal de El Plantío. La grada visitante estuvo ocupada en su totalidad por los aficionados jabatos. Al principio del encuentro se desplegó un tifo en la grada de animación burgalesa. Además, se repartieron banderas por todo el fondo sur y todos los aficionados blanquinegros sacaron sus bufandas a relucir para recibir a su equipo, mientras entonaban el «Himno a Burgos», himno de la ciudad castellana.
Alternancias en la primera mitad
El partido comenzaba con un Burgos decidido a ir a por la victoria. El cuadro blanquinegro iba a encerrar a los de Alessio Lisci en su área. Las ocasiones no iban a tardar en llegar. Unai Elgezabal perdonaba un cabezazo solo desde el centro del área y al minuto un disparo de Matos se iba ligeramente desviado. Pero tras un inicio asfixiante de los dirigidos por Jon Pérez Bolo, el Burgos iba a ir perdiendo intensidad y con esto comenzó a dormirse el encuentro. El Burgos iba a tener alguna más como un cabezazo muy desviado de Curro Sánchez. El Mirandés también las iba a tener e iba a poder dar algún susto que otro al Burgos. Con poco más que reseñar se llegaba al periodo de descanso
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Miedo a la derrota
Comenzaba el segundo tiempo y, como suele ser habitual en El Plantío, se esperaba un paso adelante del conjunto local en busca del gol que les hiciera ganar el partido, aprovechando que atacarían en la portería donde se halla la grada de animación. Lejos de dar un paso adelante, lo que sucedía era un miedo aparente en el conjunto blanquinegro a perder el punto, cosa que parecía diluir las ganas de victoria del conjunto local. El Mirandés tampoco iba a lanzarse a por el partido e iba a intentar aprovechar los contragolpes que se crearan. El partido se volvía a dormir y la tónica empezaba a ser los pases en lateral del conjunto local y la posterior pérdida cuando estos intentaban avanzar hacia delante. La entrada de los distintos cambios no hacían que se descontrolara el partido. Con el paso de los minutos, los jugadores jabatos se iban sintiendo más cómodos e iban controlando al equipo local que terminaría pidiendo la hora y conformándose con el punto que estaban cosechando. Tras un descuento en el que Aitor Córdoba pudo deshacer el empate con un cabezazo. Esta fue correspondida por un córner lleno de imprecisiones locales que los visitantes no supieron aprovechar. Finalmente Ais Reig decidía que no había tiempo para más y ambos equipos sellaban el reparto de puntos.
Un punto más para el objetivo
Con este punto cosechado, los dos equipos consiguen un punto más y tienen, a dos jornadas de terminar la primera vuelta, la mitad del puntaje que la tradición popular dice necesaria para lograr la salvación, los 50 puntos. Burgos y Mirandés se ponen, a la espera de lo que haga mañana el Huesca, a 10 y 8 puntos de la salvación. Con este punto el Burgos suma 6 partidos consecutivos sin conocer la derrota y mantiene su invicto en El Plantío. Mientras el Mirandés suma su tercer partido seguido sin lograr la victoria.
Estudiante 1º periodismo Uva. Redactor de Agente Libre. Seguidor del Atlético de Madrid y del Burgos CF.