El Celta de Vigo gana sufriendo contra un Sestao River que no bajó los brazos
El equipo celeste no dejó buenas sensaciones en la segunda ronda de la Copa del Rey en un partido que se complicó más de lo que debía sobre los papeles. Anastasios Douvikas marcó un doblete que significó la victoria y la clasificación a la siguiente ronda que se vio amenazada con un gol de propia de Unai Núñez en el minuto 73. El sorteo para saber el rival en dieciseisavos se realizará el día martes 12 de diciembre.
La previa
El Celta en primera ronda venció 4-0 al Turégano (1ª Regional) en lo que fue la segunda y última victoria hasta el día de hoy esta temporada. Sin levantar cabeza en La Liga y aún en puestos de descenso el equipo de Rafa Benítez tenía que visitar el humilde campo del Sestao River (1ª RFEF) en el País Vasco. Antes, el lunes, el equipo celeste no pudo pasar del empate en casa contra un Cádiz que jugó con un jugador menos desde el minuto 33 por la polémica expulsión de Chust. Con solo 9 puntos en 15 partidos enfrentar y vencer a un rival de categorías inferiores podría subir el ánimo del plantel y mejorar la imagen para los encuentros venideros. Pero los partidos hay que jugarlos y el rival también hace su trabajo.
Un Celta con recursos limitados
Al Celta con su mejor once no le sobra nada, está visto cada fin de semana en el torneo liguero. Sin embargo para la Copa del Rey, Rafa Benítez realizó cambios en el equipo titular siendo el movimiento más sorpresivo la vuelta al arco de Marchesín después de una larga lesión, dejando a un lado al canterano Iván Villar que había sido titular esta temporada hasta que fue expulsado en la jornada 10. Además salieron de arranque Cervi, Williot, Dotor, Miguel y Douvikas que no están viendo muchos minutos habitualmente en Liga.
En la primera parte el Celta quiso proponer y mantener al rival lejos de su arco y consiguiendo ponerse en ventaja a los 17 minutos. Un pase de Miguel Rodríguez habilita a Douvikas que marca su primer gol en Copa del Rey, un desahogo personal para el griego que no tiene hueco para Rafa Benítez en Liga. A pesar de empezar los primeros minutos con la posesión del balón después del gol tanto el rendimiento del Celta como el estado del césped se fue deteriorando con el pasar de los minutos. Sólidos en defensa pero insuficientes a la hora de generar peligro el conjunto gallego no terminaba concretando.
Inclusive los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron dominados por el equipo local y el Celta solo repelía los ataques pero no se quedaba con la pelota. De esta manera se fueron ambos conjuntos al descanso con un Sestao que iba en línea ascendente y saldría motivado a la segunda parte.
Goles y nerviosismo en los minutos finales
El Sestao River salió en búsqueda del empate en su campo y bajo la lluvia que no escampaba. La presión de los locales no rompía la línea defensiva del Celta que no supo estar por encima en lo futbolístico y con un medio del campo casi ausente. Tras largos minutos de búsqueda y sin opciones claras en ningún arco cayó el gol que asomaba la posible remontada heroica. Un centro fue desviado por Unai Núñez que tomó a Marchesín desprevenido y no pudo atajar el balón que terminó entrando para levantar al publico presente en Las Llanas.
Parecía que tras el gol el equipo local se iba a mandar al ataque teniendo mucho menos que perder que el equipo de primera división, pero un golpe sobre Kevin Vázquez fue suficiente para que el árbitro indicara penal generando la inconformidad del Sestao. Douvikas tomó el balón y lo mandó al fondo de las redes para poner el 2-1 que finalmente sepultaría la ilusión de los locales que por un momento estuvieron a un gol de hacer historia. El partido finalizó de la misma manera que se desarrolló el segundo tiempo, el Sestao buscando y el Celta aguantando sin sufrir verdadero peligro.
A la siguiente ronda con lo justo
El equipo gallego clasifica a los dieciseisavos de final sin lucirse y desaprovechando una oportunidad de subir el ánimo del equipo y de los aficionados. No obstante hay un disgusto de la fanaticada por la inexistente presencia de los juveniles en el partido. Siendo un partido para rotar y darle minutos y confianza a los jóvenes, ninguno de los jugadores del «equipo B» saltó al campo. Por otro lado Rafa Benítez mantiene su guion de no efectuar los cambios hasta que el partido esté llegando a su ocaso. Faltando 10 minutos para el final el madrileño solo había realizado un cambio y cuando metió mano en el banquillo fue para darle minutos a jugadores habituales en Liga y no a los juveniles.
De esta manera el Celta sigue con vida pero sigue sin mejorar la imagen mostrada cada semana en La Liga, aunque por lo menos consigue ganar más allá de que haya sido contra un equipo de 1ª RFEF. Mucho trabajo por delante tiene Rafa Benítez si quiere trascender en Copa aunque la prioridad es mantener la categoría, cosa que de momento, no consigue.
Periodista y redactor en Agente Libre Digital. Hablo de fútbol español y sudamericano.