Los Boston Celtics llevan ya unos cuantos años siendo aspirantes al anillo de la NBA. Desde 2017, los de Massachusetts han alcanzado las finales de conferencia hasta en cuatro ocasiones y han disputado unas finales, perdiendo ante los Warriors en 2022.
Verano muy movido
A pesar de quedarse muy cerca del título en estas últimas campañas, en Boston creían que el equipo necesitaba un cambio y este verano, el front office de los duendes realizó un “all in”, traspasando al capitán del equipo y defensor del año de esa misma temporada Marcus Smart con rumbo a Memphis Grizzlies. Mediante este movimiento, los Celtics adquirían al pívot letón Kristaps Porziņģis. El traspaso era muy arriesgado, ya no solo por el factor emocional de intercambiar a un jugador como Smart, sino también por la fragilidad de Porziņģis, que llevaba dando tumbos entre Nueva York, Dallas y Washington desde 2019.
Por si fuera poco el impacto de este trade, los celtas fueron partícipes del gran culebrón del verano en la NBA, que ha acabado con Damian Lillard en Milwaukee Bucks. En esta operación a tres bandas entre los propios Bucks, los Portland Trail Blazers y los Phoenix Suns, los de Oregón recibían a Jrue Holiday para ocupar el vacío en el “1” que había dejado Lillard. Cuando parecía que el base no se movería del Moda Center, Boston se volvió a mover en el mercado y se llevó a la capital de Massachusetts al jugador californiano. Para lograrlo, los Celtics tuvieron que decir adiós a dos piezas clave de su rotación, Malcom Brogdon y Robert Williams, y a dos primeras rondas del draft.
Una vez cerrado la locura veraniega, la pelota estaba en el tejado de Boston; ¿serían capaces de encajar a estas dos nuevas estrellas al más que asentado bloque de los verdes?, ¿el traspaso de sus principales jugadores de rol podría afectar negativamente a su rotación?
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Rodillo en ataque y defensa
Todas estas dudas no tardaron en disiparse. Ya en la preseason, lograron vencer en cuatro de los cinco encuentros que disputaron, demostrando algo que por obvio que fuera, no deja de ser crucial: son una apisonadora en ataque. La capacidad anotadora de Tatum, Brown y Porziņģis ya estaba contrastada en la liga, pero si a esto le sumas los puntos de Al Horford, Derrick White o Sam Hauser, la de los celtas es una ofensiva imparable.
Después de nueve partidos de la nueva campaña, la candidatura al anillo de Boston Celtics ya está totalmente clara. El récord de 7 a 2 no es lo único que les avala como contenders, y es que los del Garden son el quinto equipo que más puntos anota y el sexto que menos permite al rival, teniendo un diferencial positivo de 13,4 puntos, el mejor de toda la NBA. En cuanto al offensive rating, son los cuartos clasificados en toda la liga, con 118.5. Al otro lado de la pista, son la tercera mejor defensa entre los 30 equipos y la segunda del Este, teniendo un defensive rating de 104.9. La diferencia entre estas dos estadísticas también favorece a los entrenados por Mazzulla, ya que tienen la mejor de toda la competición, con 13,6.
Continuando con la estadística avanzada, los verdes son los quintos en True Shooting Percentage, que tiene en cuenta los tiros libres, con un peso específico ajustado, pero no diferencia entre los lanzamientos de 2 y de 3, teniendo un porcentaje de 59,4. En cuento al Effective Field Goal Percentage, que mide los lanzamientos de campo, sin tener en cuenta los tiros libres, dando un mayor peso a los triples, se encuentran en cuarta posición con un 56.1%. Por si todo esto fuera poco, también son los que más rebotes capturan de toda la liga, con un promedio de 49,4 por partido y los octavos que menos balones pierden, con 12,7 de promedio.
Equipo muy proporcionado
En definitiva, los 17 veces ganadores de la NBA parecen haber encontrado el equilibrio perfecto, combinando jugadores que anotan con facilidad 20 puntos por partido, como Tatum o Brown y otros que son auténticos especialistas defensivos, como Holiday o Derrick White. Si a esta superioridad en ambos lados de la cancha, le sumas un buen fondo de armario, con Pritchard o Horford, capaces de mantener el dominio celta los 48 minutos de partido, tendrás como resultado el equipo incapaz de perder que son a día de hoy los Boston Celtics.
Estudiante de Periodismo en la UVA y amante del baloncesto y el fútbol.