La lucha de los empresarios valencianos para salvar al club de las deudas económicas tiene un referente
Los millones de euros en deudas, el estadio por terminar, los fracasos deportivos, la falta de plantilla y las numerosas polémicas con los directivos han llevado a varios empresarios valencianos a realizar ofertas para la compra del club, que lleva desde 2014 en manos del singapurense Peter Lim. Este es el caso del director de Marea Valencianista y exvicepresidente del Valencia CF, Miguel Zorío, insistente en la lucha desde la llegada del magnate a la capital del Turia.
El valenciano ocupó la vicepresidencia del club durante el proceso de compra y asegura que ya le mostró a Amadeo Salvo, el expresidente ejecutivo de la entidad, su interés por devolverle al valencianismo su club, que en ese momento estaba sometido a Bankia. Le presentó un documento elaborado en el que explicaba cómo podía terminar el estadio y cómo comprar las acciones del club con el patrimonio propio para después distribuirlas entre los socios. Zorío ya intuía los intereses que realmente tenía Peter Lim con el club, y estaba seguro de que “alguien se iba a beneficiar de esa venta”. Paco Roig, expresidente del Valencia CF, le advirtió de ello.
El día 25 de octubre de 2014 llegó el singapurense a Mestalla ante la presencia de miles de aficionados que se concentraron para darle la bienvenida. La promesas de que el Valencia volvería a la Champions y de que se iba a construir el mejor estadio de Europa alentaron a una afición desesperada por las anteriores temporadas. “Sentí vergüenza ajena, pero hay que reconocer que a la gente le engañaron”, confiesa Zorío. Ese día decidió empezar con la oposición.
En los años siguientes, asegura que el caso de Miguel Ángel Gil en el Atlético de Madrid fue su ejemplo a seguir. El colchonero resurgió al equipo madrileño de su deuda social y económica, lo que le mostró el camino a seguir al empresario valenciano. Además, le advirtió de cómo actuaba Peter Lim, debido a las relaciones empresariales que mantuvo con él cuando el de Singapur fue accionista del club rojiblanco.
Oferta de compra
El sentimiento es lo único que vale en un club que está quebrado y que ha perdido 200 millones de euros en los últimos diez años. “La última oferta que hice fue de 90 y pico millones”, declaraba Zorío en la entrevista. “Peter en estas ultimas ofertas ni ha contestado y cuando le hemos hecho una de casi 250 millones en dos ocasiones, me ha contestado que la oferta le ofendía pero que si fueran 400-450 millones la ofensa ya sería menor”. La presión que provoca Miguel en el Ayuntamiento de Valencia desde 2017, con la insistencia de que no les permitan que “nos roben también el patrimonio inmobiliario del club con el convenio urbanístico”, es clave en la negociación por la compra de la mayoría accionarial.

La realidad es que el Valencia CF sí que ha estado en venta. Y es que, tal y como explica Miguel Zorío, por su experiencia personal en su empresa de comunicación, Peter no va a perder 250 millones de euros, razón por la que no dejaría desaparecer al club económicamente. Antes de llegar a ese límite, pone el club a la venta como ya ha hecho varias veces cuando las deudas invaden el capital. El magnate contrató un despacho de abogados en Londres y puso el ‘book’ en el mercado. Lim le pone precio al club: 500millones de euros.
Otro de las preocupaciones presentes en los despachos es el nuevo estadio. El exvicepresidente fue uno de los responsables de parar las obras en 2009, pero asegura que lo hizo “ porque cuando llegamos me di cuenta de que no se podía pagar”. Ante las declaraciones de la presidenta Lay Hoon en la pasada Junta de Accionistas en la que afirmaba que hay 180 millones invertidos en el estadio, Zorío declara que no le encajan los números, ya que cuando él paró la construcción, el coste era de 120 millones, y desde ese entonces no se ha cambiado nada. Añade que “Peter Lim no termina el estadio porque no leda la gana” y que lo que quiere es “que la alcaldesa le de las licencias para pegar un pelotazo urbanístico en las parcelas del estadio”.
El mayor accionista compró el club con la garantía de que iba a comprar las parcelas del actual Mestalla por 150 millones, y que lo hacía con sus empresas. La realidad es que, observando los estatutos de compra de club, quien acumulaba las acciones era la empresa Meriton Holding, propiedad del singapurense, y no él. Esta empresa, fue creada en Hong Kong con solo 95000 euros de capital social. Pese a eso fue capaz de adquirir una empresa, el Valencia CF SA, por 100 millones. Esto es algo que no le encaja al empresario valenciano y por lo que llevó a juicio al propietario de la entidad.
Por último, la falta de inversión ha provocado grietas en el ámbito deportivo. Los fichajes no se realizan por la negativa de Lim a invertir en ellos. Fuentes internas del club aseguran que le han trasladado en varias ocasiones la necesidad de reforzar una plantilla, la cual está ya entre las tres más jóvenes de la primera división española. La falta de sustitutos en el banquillo le está pasando factura al técnico valencianista, Rubén Baraja, que lucha cada jornada por sacar al equipo adelante en la clasificación.

Guillermo Martínez Llop (Godella, Valencia) Periodista. Me puedes leer en Avion Revue y divirtiéndome como jefe de sección Valencia CF en Agente Libre Digital.