Los Warriors no consiguen levantar el vuelo a pesar del histórico inicio de temporada del ‘Chef’
¿Qué está pasando en los Golden State Warriors? La dinastía encadena 3 derrotas consecutivas y se encuentra en problemas al no encontrar respuestas en la ofensiva. Su capitán y jugador franquicia, Stephen Curry, continúa rompiendo récords y promedia 30.7 puntos por partido, pero ningún otro jugador del plantel supera las 16 unidades por noche. ¿Se encontrarán respuestas en la bahía?
Un verano de cambios
Tras la decepción de la temporada anterior y la crisis en el vestuario por el altercado entre Draymond Green y Jordan Poole, los 6 veces campeones decidieron sorprender al mundo NBA adquiriendo a Chris Paul vía traspaso (a cambio de Jordan Poole, Ryan Rollins, Patrick Baldwin Jr y compensaciones del draft).
Con este movimiento la directiva de la bahía decidió apostar por competir inmediatamente por un anillo e intentar aprovechar así los años que le queden en la máxima élite a su pieza más valiosa, Stephen Curry, quien ya tiene 35 años. No obstante, las dudas eran claras, ¿sería productivo el resultado en pista de sumar a los 2 perimetrales? ¿Encajarían ambos guardias en un sistema como el de los Warriors?
A causa de una lesión de en el tobillo, el #23 se perdería la pretemporada y la primera semana de competición, por lo que Steve Kerr, entrenador del equipo, decidió incluir a Paul en el quinteto titular, obteniendo una respuesta más que positiva. El veterano base promedió casi 9 asistencias por partido en los 4 primeros encuentros, liderando la segunda unidad (aspecto en el cual hubo una gran deficiencia colectiva el pasado curso) y encajando a la perfección con Steph en ese rol de facilitador y director de orquesta.
Sin embargo, lamentablemente para los de San Francisco, la situación comenzaría a torcerse.

Un comienzo histórico, pero insuficiente
La ilusión era evidente en Golden State, el equipo había comenzado la temporada regular con un récord de 5 victorias y tan solo una derrota, destacando además un balance de 4-0 en los partidos fuera de casa, demostrando así el cambio respecto a la campaña previa, donde tuvieron un pésimo desempeño (11 victorias y 30 derrotas fuera del Chase Center, su estadio).
Más allá del excelente encaje de Paul organizando el juego y la gran aportación del banquillo gracias a los jóvenes Moses Moody y Jonathan Kuminga, además de los veteranos Dario Šarić y Gary Payton II; la causa real del éxito de Golden State tenía nombre y apellido: Stephen Curry.

Con la visión puesta en el campeonato, el dos veces MVP firmó un inicio de temporada nunca antes visto para un jugador de 35 años o más: 30.7 puntos por partido, splits de tiro de 49/44/91, 68,6% de true shooting y primero en toda la historia de la liga en conseguir anotar al menos 4 triples y 20 puntos en cada uno de los partidos, una cifra que se sitúa en 11 hasta el momento y que puede continuar expandiéndose.
Además, el pasado 6 de noviembre, fue galardonado como el jugador de la semana en la conferencia oeste, consiguió alcanzar los 22000 puntos anotados en toda su carrera y actualmente es el jugador con más puntos totales en toda la liga, 338.
Estas brillantes estadísticas individuales le sitúan directamente entre uno de los máximos aspirantes al MVP de esta temporada, según los analistas expertos de ESPN en los Estados Unidos.

Desafortunadamente para los intereses del #30, en su decimoquinta temporada, sus destacadas actuaciones no han sido suficiente. A pesar del, ya mencionado, buen comienzo en los primeras 6 fechas, los Warriors suman ya 3 derrotas en fila y actualmente registran un balance de 6 victorias y 5 derrotas. En dichos 11 encuentros, solo Stephen Curry ha sido capaz de superar los 20 puntos (haciéndolo en cada jornada), mientras que, por parte de sus compañeros no se ha registrado ninguna actuación similar.
El resultado, por tanto, es un plantel escaso en la generación ofensiva y completamente dependiente de su estrella, lo que supone un balance negativo para gran parte del conjunto.
De hecho, de los jugadores que forman parte del quinteto inicial, únicamente Steph presenta un +/- positivo, es decir, una diferencia favorable entre puntos producidos y recibidos por el equipo en los minutos de dicho jugador en pista.
La carencia de una segunda espada
En medio de una liga donde la competitividad es cada vez más alta y los equipos son más fuertes, los Warriors, liderados por el Chef, se enfrentan a una guerra contra el tiempo. Buscan conseguir un nuevo campeonato para continuar la dinastía, pero cada vez parece una posibilidad más lejana en base al pobre rendimiento ofensivo del equipo.
En el resto de la liga, 124 jugadores diferentes han conseguido anotar más de 20 puntos en algún encuentro, un promedio de 4 por equipo; mientras que, en Golden State, solo ha habido un jugador: Stephen Curry, quien lidera la liga en este apartado, con 11. Esto demuestra que, si la organización quiere competir, debe acompañar a su estrella lo más pronto posible.
La situación en anotación es preocupante a causa de la respuesta por parte de quienes deberían ser las segundas espadas de este equipo. Klay Thompson, ineficiente a gran escala, promedia 16.1 puntos por partido con 34,7% de acierto en el triple y 42,6% en tiros de campo, datos impropios para el jugador que siempre había sido durante toda su carrera. Por otra parte, Andrew Wiggins ha tenido un rendimiento prácticamente irreconocible en este lapso inicial, 10.6 puntos por partido con una efectividad de 41.2/15.4/50, el rating defensivo y ofensivo más bajo de todo el equipo y, como resultado, un +/- de -74 para el alero canadiense, el peor balance de todo el plantel.
Es decir, en base al rendimiento actual, los dirigidos por Steve Kerr son peores cuando Thompson y Wiggins se encuentran en pista.
Esta realidad se agrava aún más cuando, tras comparar el róster de los californianos con el resto de equipos candidatos al titulo, como, por ejemplo, Boston Celtics, Denver Nuggets, Milwaukee Bucks o Philadelphia 76ers; todos presentan muy claramente una estrella complementaria a su jugador franquicia, a diferencia de los Warriors, que, más allá de Curry, no poseen ningún jugador capaz de generar con efectividad en la ofensiva.

Ganar o morir
Tras la reciente derrota contra Minnesota el pasado domingo, Draymond Green, voz coral del conjunto y responsable parcial del mal estado del equipo, fue muy autocrítico en rueda de prensa: «Sé que todos debemos hacer un mejor trabajo apoyando a Stephen Curry. Por ejemplo, Chris Paul y yo necesitamos hacer un mejor trabajo organizando al resto del equipo. Todos tenemos que ser mejores».
«Sin duda necesitamos más anotación y creación de juego de algún otro lugar, más allá de Stephen Curry» declaró tajantemente Steve Kerr en rueda de prensa tras ser cuestionado sobre qué necesita su equipo actualmente para volver a la senda del triunfo.
La franquicia se encuentra en medio de una situación conocida comúnmente en el baloncesto como «ganar o morir», es decir, un punto de inflexión. Es clara la necesidad de mejoría, tal y como han expresado desde la misma organización, con el fin de ganar nuevamente partidos, acabar con la mala racha y mantener el núcleo que tantos éxitos ha conseguido, principalmente el big three conformado por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.
En caso de no producirse un mejor rendimiento y un paso adelante, sobre todo por parte de Klay Thompson y Andrew Wiggins, es posible que los Warriors busquen moverse en el mercado en busca de un anotador que pueda elevar el techo ofensivo del equipo. De cumplirse esto, habría que tener en cuenta la reciente solicitud de traspaso de Zach Lavine y los rumores de la salida de Kawhi Leonard, quien no está conforme con los resultados obtenidos desde la llegada de James Harden a Los Angeles Clippers.
Un futuro lleno de incertidumbre
Los Golden State Warriors se enfrentan a su primer gran reto en la temporada: esta noche, en la segunda jornada del «In-Season Tournament», se enfrentan de nuevo a los Minnesota Timberwolves, y tendrán que hacerlo sin Stephen Curry.
Según informa el equipo de comunicaciones de la franquicia, el perimetral no estará disponible para este encuentro por dolores en la rodilla, pero el equipo espera tenerle pronto de vuelta en los próximos partidos.
Esta lesión fue ocasionada en el último cuarto del partido anterior, a falta de 7 minutos para el final, tras un choque, y posterior mala caída, con Jaden McDaniels y Rudy Gobert en una penetración hacia el aro.
A pesar de los rumores de un posible esguince de rodilla de gravedad, para conocer con exactitud el alcance de la lesión, Stephen Curry será sometido a nuevas pruebas médicas que darán resultado a su tiempo fuera de las canchas.
En medio de una crisis de juego y la lesión del capitán, ¿serán capaces los Golden State Warriors de sobrevivir y ganar partidos sin su máxima estrella?
Estudiante de periodismo en la Universidad de Valencia.